Los tres peores colistas de LaLiga Santander

Esta temporada está destacando, entre otras cosas, por las baja puntuación de los equipos que luchan por la salvación. A lo largo de estas 24 jornadas que se llevan disputadas, Osasuna, Sporting y Granada no consiguen salir de los puestos de descenso que llevan ocupando prácticamente toda la temporada y que les llevarían a jugar el año que vienen en Segunda División. Una salvación que, por tanto, se antoja bastante barata.

Por eso, en ElDesmarque hemos echado la vista atrás para conocer cuáles son los tres peores colistas que ha tenido LaLiga Santander a partir de que se instauró la puntuación de tres puntos, ya que hasta la temporada 1995/96 la victoria sólo valía dos puntos. Esta medida tenía como objetivo favorecer el juego ofensivo y castigar a los equipos que especularan con el resultado buscando el empate. Aunque, en un principio, tuvo sus detractores, la UEFA y las distintas federaciones internacionales adoptaron este nuevo formato.
Teniendo en cuenta esto, podemos decir que éstos son los tres peores equipos de nuestra liga.


El Sporting de Gijón de la temporada 1997/98 es el equipo con peor puntuación de la historia de la liga desde que se implantó que la victoria valía tres puntos. Disputadas las 38 jornadas, tan sólo logró sumar 13 puntos, es decir, un 11 % de la totalidad. Sus números a final del curso daban escalofríos: dos victorias, siete empates y 29 derrotas que le llevaron irremediablemente al pozo de la Segunda División. Algo que ya se veía venir, puesto que las tres temporadas anteriores logró salvarse con más apurados de lo que en un principio se podía preveer.
Cuatro entrenadores (Miguel Montes, Antonio Maceda, José Manuel Díaz Novoa, José Antonio Redondo García) pasaron por el banquillo asturiano y hasta 34 futbolistas, pero ninguno de ellos logró darle la vuelta a la situación. El Sporting tan sólo fue capaz de perforar la portería rival en 31 ocasiones, mientras encajó la friolera cifra de 80 tantos. En ese equipo jugaba el padre de Denis Cheryshev, que fue el pichichi del equipo con seis goles. Con estos datos, el Sporting se convertiría en el peor colista de Primera División hasta la fecha.


El Málaga es el segundo peor colista de la lista desde que se instauró la victoria de tres puntos. En la temporada 2005/06 el equipo de la Costa del Sol acabó colista destacado de Primera División con 24 puntos. Tan sólo logró ganar cinco partidos, empató cinco y fue derrotado en 24 ocasiones. Marcó 36 goles y encajó casi el doble, 68, a pesar de contar con jugadores contrastados como Salva Ballesta, Fernando Sanz o el portero Arnau.
Fue, sin duda, una temporada bastante convulsa donde el Málaga sufrió una grave crisis institucional azotada por los graves problemas económicos por lo que atravesaba. Tuvo que vender a sus principales figuras, que se revelaron contra su grave situación y, a final de temporada, el capitán del equipo, Fernando Sanz se hizó con el 97% de las acciones y asumió la presidencia del club tras la dimisión de Serafín Roldán. A pesar de que dos temporadas después logró volver a Primera División, el duro momento que vivió la entidad significó un antes y un después en su historia.


Siete años después de jugar la Champions League, el Real Betis volvía a saborear la sensación de pasear su escudo por el continente europeo. Clasificado la temporada anterior para disputar la Europa League, la felicidad y la ilusión de los aficionados béticos de ver a su equipo luchando por cosas importantes tras años difíciles acabó en pesadilla. Con 78 goles en contra, 36 a favor y después de sumar 25 puntos, con seis victorias, siete empates y 25 derrotas, los verdiblancos confirmaron su vuelta al infierno de Segunda División con tres jornadas de antelación.
Los constantes cambios de entrenador (Pepe Mel, Juan Carlos Garrido, Calderón), la crisis económica y las distintas dimisiones en el Consejo de Administración fue demasiado para el equipo de Heliópolis, que contaba con futbolistas de gran nivel como Rubén Castro, Antonio Adán o Salva Sevilla pero que no consiguieron dar el nivel esperado. Para colmo, el eterno rival de la ciudad, el Sevilla, fue quién eliminó al Betis de la Europa League en una fatídica tanda de penalti donde Nono falló la pena máxima definitiva.
Un curso futbolístico para olvidar el del conjunto andaluz, que se vio destinado a peregrinar una vez más por la Segunda División e incapaz de lograr una cierta estabilidad que le permitiera aspirar a retos mayores de manera paulatina.