Si tiene un apellido extraño, acabará siendo árbitro. Esa parece ser la premisa para convertirse en colegiado en Primera o Segunda División en el fútbol español. LaLiga Santander ha visto pasar a lo largo de los últimos años colegiados con nombres que llegan a ser incluso impronunciables.
En ElDesmarque repasamos los diez árbitros de nombres más extraños en Primera División.
Dámaso Arcediano Monescillo: natural de Puertollano, lleva siete temporadas dirigiendo partidos en Segunda División. Tiene 33 años y ha dirigido 18 partidos este curso.
Santiago Varón Aceitón: subió el verano pasado a Segunda División. Natural de Palma de Mallorca, tiene 29 y ha dirigido 18 partidos esta temporada en la categoría de plata.
José Manuel Andradas Asurmendi: nacido en Pamplona, arbitró diez temporadas en Primera División y se retiró en 2001 con 44 años.
Juan Senén Acebal Pezón: uno de los colegiados con un nombre más extraño. Dirigió encuentros en Primera durante seis temporadas antes de retirarse en 1981.
Daniel Ocón Arráiz: el curso pasado estaba en Primera y esta temporada en Segunda División. Natural de Logroño, tiene 37 años y ha dirigido 18 encuentros esta temporada.
Benito Alfonso Condón Uriz: nacido en Pamplona, llegó a dirigir en Primera durante tres temporadas. Se retiró del arbitraje en 1983 con 31 años.
Sergio Espasandín Cores: tiene 27 años y actualmente dirige partidos en el grupo I de Segunda División B.
Víctor Areces Franco: el colegiado asturiano lleva cuatro años en Segunda, tiene 32 años y ha dirigido 17 partidos este curso.
Ildefonso Urizar Azpitarte: mítico colegiado de Bilbao que llegó a arbitrar 14 temporadas consecutivas en Primera. Se retiró en 1991.
Emilio Carlos Guruceta Muro: nacido en San Sebastián, dirigió nada menos que 18 años en Primera División. Falleció en 1987 en un accidente de tráfico.