La selección española volvió a proclamarse este domingo en Pekín campeona del mundo de baloncesto en una nueva exhibición defensiva que logró desactivar a la armada argentina, a la que frenó en seco de principio a fin, dejándola con la miel en los labios tras completar ambas un extraordinario torneo.
Trece años después de su triunfo en el Mundial de Japón, se repitió la historia de aquella final. Con el pitido final la euforia se desató en los jugadores de Sergio Scariolo que celebraron por todo lo alto el nuevo título mundial. Tal era la euforia del momento que la celebración nos dejó momentos que serán difícil de olvidar. Que se lo pregunten a Willy Hernangómez.
El jugador de los Hornets se llevó un golpe en la cara con el trofeo que Rudy levantaba en sus brazos. El capitán de la selección golpeó inconscientemente a su compañero al querer alzar el trofeo en la ceremonia del Mundial. Un golpe que tuvo un efecto dominó en Pierre Oriola.
La hostia que le da Rudy a Willy al levantar la copa. LLORO. pic.twitter.com/xUF9EQu1Oc
— 🅿 (@finallyxpablo) September 15, 2019
Tras ganar el Mundial de baloncesto de China, la selección española tiene previsto celebrar una cena en su hotel de concentración de Pekín para celebrar su segundo título mundial se su historia y regresará a España este lunes.
El equipo tomará a primera hora un vuelo chárter de la compañía Iberia que saldrá desde el aeropuerto internacional de la capital china y aterrizará en la Terminal 4 del aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez sobre las 15.50 horas.
Ya en Madrid, la Federación Española de Baloncesto ha organizado una cena de celebración por la medalla y despedida de un grupo de jugadores que lleva junto desde finales de julio.