El mundo se vuelca contra el COVID-19. Mientras que varios laboratorios trabajan a destajo en busca de la vacuna para erradicar la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado el inicio del ensayo internacional Solidarity Trial, destinado a comprobar la eficacia contra el virus de cuatro tratamientos existentes para otras enfermedades.
Su andadura comienza y España (pacientes tratados en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid), junto a Noruega, han sido los dos primeros países en aportar pacientes al estudio, iniciando así una cadena en la que participan, según las informaciones ofrecidas por National Geographic, 45 países.
"Debemos seguir la evidencia, estamos seguros que hay atajos", ha asegurado Tedros Adhanom Ghrebreyesus, director general de la OMS, asegurando que este estudio es "histórico" en una pelea histórica.
Tal y como informa la citada fuente, la OMS ha elegido cuatro fármacos "fáciles de utilizar", que se conocen su perfil de toxicidad y que existe abastecimiento necesario en caso de funcionar.
Con dichas características, los fármacos elegidos son los siguientes: Interferón-Beta (medicamento inmunomodular, disminuye la inflamación y previene el daño a los nervios que pueden causar la esclerosis múltiple, además de actuar contra infecciones y tumores), el Lopinavir (antiviral que se utiliza contra el VIH), el Remdesevir (antiviral desarrollado para luchar contra el évola, por ejemplo) y la cloroquina y la hidroxicloroquina (utilizados contra algunos tipos de malaria y anunciados por Donald Trump como posible solución contra el COVID-19).
Mientras que las vacunas podrían tardar más de 18 meses en completar su estudio, con este proyecto la OMS quiere encontrar una solución inmediata a un virus que ha paralizado a todo el mundo.