El coronavirus ha provocado que toda España pase en confinamiento casi toda la primavera. La desescalada de la cuarentena coincidirá con la entrada del verano y surge un nuevo escenario en torno a las playas, uno de los destinos preferidos de millones de españoles. Un lugar fundamental en la economía del país que deberá introducir novedades para prevenir contagios por el COVID-19.
La distancia social que ya tomamos en la calle o en espacios públicos cerrados también llegará a las playas. Esas imágenes de playas masificadas en las que no cabe una sombrilla más serán cosa del pasado de momento, y se delimitarían perímetros para que cada persona o familia tenga su hueco al margen de los demás. Una especie de aforo limitado en las costas.
Para ello será fundamental la presencia de la Policía que haga cumplir esta distancia de seguridad a las personas que hagan caso omiso. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se refirió a este hecho en una entrevista en El Programa de Ana Rosa.
#Andalucía reúne las condiciones para que en determinadas zonas iniciemos el desconfinamiento con las debidas garantías sanitarias. Podemos hacerlo y ofrecemos planificación y diálogo al Gobierno de España para garantizar entre todos la seguridad. pic.twitter.com/uz4DB0469y
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) April 21, 2020
"La Policía se encargaría de asegurar un perímetro, convirtiéndose en una especie de 'Vigilantes de la Playa'. Tenemos que hacerlo porque tanto Andalucía como España somos una potencia turística y hay que evitar un colapso y una catástrofe de nuestra economía", explicó el máximo mandatario andaluz.
Medidas que llegarían también a los bares y chiringuitos colindantes. En esos caso habría que extremar aún más las precauciones al tratarse de establecimientos cerrados.
La mayoría de estos turistas en las playas serían nacionales este verano. Aún es demasiado pronto para que se produzca un turismo en cantidades relevantes con ciudadanos de otros países y para ello habría que esperar a la evolución del coronavirus.
El país asiático cerró todo tipo de actividades en cuanto los casos en China comenzaron a multiplicarse dada su cercanía. Un último repunte ha provocado que las medidas de distanciamiento social se amplíen hasta el siete de mayo, a pesar de que en los últimos días no se haya pasado de cinco contagiados diarios (la mayoría casos importados).
Eso sí, eso no quita que los ciudadanos de Hong Kong puedan pasar un domingo en la playa y nos dejen imágenes como esta de la que se hace eco Nius Diario.
🏖 Hong Kong, permite ir a las playas, pero mantiene las restricciones pese al bajo número de contagios
✍ Informa @jlfuentehttps://t.co/dG2nfIOIqR
— NIUS (@NiusDiario) April 21, 2020
Eso sí, la pandemia del coronavirus ha dejado otra problemática en las playas: más contaminación aún. Siguiendo en Hong Kong, en los últimos días se han visto numerosas mascarillas desechables abandonadas en la playa. Estas acaban en el mar y terminan agravando el ecosistema marino.
Otro caso de país en el que la población ya ocupa sus playas es Australia. En este caso, el gobierno ha permitido el acceso a lugares como la famosa playa Bondi en Sidney, uno de los lugares señalados en rojo por el mundo del surf. Con una diferencia, que los turistas podrán acceder al mar y no a la arena.
"Hemos anunciado el acceso acuático para la práctica del surf y la natación en el océano a través de corredores en la arena estrictamente vigilados. No habrá acceso a la arena ni a cualquier actividad terrestre", señaló en un correo electrónico enviado a Efe la oficina de prensa del distrito de Waverley, donde se encuentra esa playa.
La reapertura parcial de Bondi, así como de las playas aledañas de Bronte y Tamarama, se producirá el 28 de abril entre las 7 de la mañana y las cinco de la tarde solamente para los deportes acuáticos, lo que excluye las caminatas o trotes en sus orillas, así como el tomar sol o sentarse en la arena.