La pandemia mundial de coronavirus asestará un duro golpe al sector turístico, pero podría suponer una oportunidad para cambiar el sistema y volver a un turismo similar al de los años 70: familiar, en coche y de proximidad, según explican a EFE expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Ante una emergencia sanitaria que parece no tener fecha de caducidad, las restricciones de movilidad entre los países han paralizado un modelo turístico hiperglobalizado, que cada año mueve a millones de personas en busca de destinos cuanto más exóticos mejor, y han empujado a la población a la soledad del confinamiento.
Para el director del programa de Turismo de la UOC, Joan Miquel Gomis, "sería positivo que esta experiencia sirviera para un cambio de mentalidad en la forma de movernos por el mundo", aprovechando el rebufo de las corrientes contra la masificación y a favor del turismo responsable anteriores a la pandemia de coronavirus.
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— ElDesmarque (@eldesmarque) April 22, 2020
Y es que el "trauma" que supondrá esta crisis sanitaria, añade Gomis, tendrá un impacto psicosocial en el turismo que hará que las personas "cambien sus prioridades", y cuando opten por viajar, serán mucho más prudentes y se preocuparán más por su seguridad, por lo que augura que los viajes de larga distancia se reducirán.
En la misma línea, el profesor de los estudios de Economía y Empresa de la UOC y experto en turismo, Pablo Díaz, cree que la gente tomará conciencia de que "el turismo ha sido uno de los principales transmisores del virus", lo que podría conducir a un modelo más responsable y "respetuoso" con las comunidades locales. Sin embargo, Díaz ha precisado que "habrá muchos intereses para evitar un cambio hacia un turismo menos agresivo y masificado", liderado principalmente por corporaciones que querrán reactivar rápidamente el sistema con campañas de consumo masivas.
El éxito de este cambio dependerá, en última instancia, de la mentalidad de los turistas post pandemia: "La idea es que la conciencia de salubridad e higiene contra las enfermedades derive en una conciencia a favor de la sostenibilidad", concluye el profesor.
La crisis sanitaria tendrá una gran afectación sobre el sector turístico español, que en respuesta a una caída del turismo extranjero este verano, podría orientar su modelo hacia los viajes de proximidad para tratar de suavizar las pérdidas.
Este traspaso, explica Joan Miquel Gomis, se dará "de forma natural" porque, si bien la gente tendrá muchas ganas de salir cuando termine el confinamiento, también será "mucho más prudente" y los viajes de proximidad "dan más confianza y sensación de control".
Pablo Díaz ve también en el turismo de proximidad un ejemplo del cambio de paradigma que podría inspirar la pandemia, y augura una vuelta al turismo de los años 70, que era principalmente familiar, de segunda residencia y de uso del transporte privado.
Ambos expertos coinciden en que las aerolíneas serán "las grandes perdedoras" en este tipo de turismo, que por contra, beneficiará más a los pueblos y las zonas rurales que a las grandes ciudades, ya que los turistas, tras semanas confinados en entornos urbanos, se decantarán por aislarse todo lo que puedan de las masas.
Por otro lado, Gomis y Díaz también coinciden en que la demanda será "significativamente más baja" que en los años anteriores, si bien descartan que se pueda dar una subida generalizada de precios, ya que el sector tendrá que adaptarse a la pérdida de poder adquisitivo que sufrirán miles de españoles por el parón económico.
A escasos meses de la entrada del verano, muchas empresas ya afrontan la temporada con pesimismo y a la espera de las medidas que dicte el Gobierno central, que calcula que la actividad en el sector no se recuperará hasta finales de este año.