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"Disciplina, corazón y autoconfianza": la receta para el triatlón y la vida de María Pujol y Susana Rodríguez

Seguir uniendo energías es el objetivo de ElDesmarque, que, de la mano de Iberdrola, continúa una larga senda que nos llevará a conocer a las grandes deportistas de nuestro país. #EllasValenOro y por eso sus historias merece la pena contarlas. En esta ocasión, las invitadas son Susana Rodríguez, triatleta paralímpica, y María Pujol, triatleta.

A priori, Susana y María no parecen tener mucho en común. La primera es de Vigo, médica de profesión, y tiene una grave deficiencia visual debido al albinismo, condición genética que da lugar a la ausencia de pigmentación en pelo, piel y ojos. Además, en su familia no hay antecedentes deportivos. La segunda es de Sevilla, es Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y entrenadora de triatlón y su madre fue deportista amateur. Pero hay algo que las une: su amor y su pasión por el triatlón.

Pese al obstáculo que supone su discapacidad, Susana se ha convertido en la mejor triatleta paralímpica española y una de las mejores a nivel internacional; en su amplio palmarés figura como vigente campeona mundial y europea de triatlón paralímpico y logró una plaza para Tokio 2020 gracias a su cuarto puesto en la final de 1.500 metros del Mundial de Dubai celebrado en noviembre de 2019. María, por su parte, aunque no logró nunca disputar unos Juegos Olímpicos, se ha proclamado campeona de España en diferentes modalidades de triatlón y duatlón y ha corrido en dos ocasiones la durísima Titan Desert, llegando a ser, en 2014, subcampeona en la categoría dúo mixto.

Tras varios años sin coincidir en una competición, ambas se reencuentran en esta entrevista y, tras ponerse un poco al día, dejan claro por qué han llegado tan lejos en este deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie. Disciplina, creer en una misma y ponerle corazón son los ingredientes que han mezclado estas dos deportistas, cada una a su manera, para afrontar los pequeños obstáculos que la vida les ha ido poniendo por el camino y superarse a sí mismas para lograr cumplir sus sueños.

“Ser positivo, constancia, capacidad de trabajo, el compromiso con uno mismo son los valores más importantes”, relata María sobre las cualidades que cree que la hacen mejor deportista -y persona-. “Cuando empezó esta cuarentena tuve claro que quería seguir entrenando y me hice ese compromiso conmigo misma, más allá de mi entrenador o mi equipo. Tengo un compromiso con un nuevo equipo y eso hace que cada día me dé energía y siga luchando por entrenar. Ahora los horarios se trastocan y hay veces que no puedo entrenar hasta las 11 de la noche. Pero si tengo que hacerlo, lo hago porque es lo que te hace poder irte a la cama tranquila sabiendo que has cumplido y que has hecho todo lo que está en tus manos”, añade la sevillana.

María Pujol cruza la línea de meta de un triatlón.

Susana lo ve de forma parecida, aunque ella recurre a una sola palabra para recapitular todo lo que la define: “Para mí, se resume todo en la palabra disciplina. Eso engloba todo lo que cuenta María y está claro que esto sin disciplina no lo puedes hacer y no puedes avanzar. Creo que ésa es la principal palabra. La responsabilidad de cumplir con nosotras mismas y con la gente que nos rodea. Aunque el triatlón sea un deporte individual, tenemos que cumplir con entrenadores, clubes…”.

Además, ambas piensan que su carácter, forjado como deportistas a todos los niveles, les está ayudando a afrontar la situación. María Pujol lo tiene claro: “Creo que el deportista está hecho de una pasta diferente. Tenemos una especial capacidad de superar los obstáculos y de ser positivos. Somos constantes, tenemos sacrificio, capacidad de trabajo y superación y seguir luchando por nuestros objetivos es lo que nos hace seguir trabajando”.

La viguesa tiene una percepción muy similar: “Al final, las carreras son como la vida misma. En un triatlón o cualquier otra, hay momentos en los que te encuentras súper bien, todo va sobre ruedas, y otras carreras u otros tramos que se ponen cuesta arriba, tienes contratiempos y creo que toda esta experiencia que se da con el trabajo diario y con disciplina, e incluso llegar a una competición y que no te salga exactamente lo que quieres, creo que al final también te ayuda a que si fuera del deporte se presenta cualquier adversidad, la enfrentas sabiendo que los malos momentos existen y que después de los malos suelen venir los buenos y hay que tener paciencia, constancia y relativizar mucho las cosas”.

Ahora, además, Susana ha cambiado de deportista de apoyo, tal y como ella misma ha destacado en esta entrevista. Sara Loehr sustituye a Paula García como guía de la gallega y ambas competirán juntas en Tokio el próximo año.

Sus motivaciones y sus ejemplos a seguir

Pero, ¿cuáles son las principales motivaciones que mueven a estas dos deportistas en su día a día para tratar de lograr sus objetivos? “A mí lo que más me cuesta es la natación porque es lo que peor se me da”, reconoce Susana. Aun así, sabe que necesita una mejora en todos los ámbitos “para poder ser competitiva y tener buenos resultados”. “A mí me motiva mejorar en todo para poder mejorar en el global, si no eres regular de nada sirve. Me motiva hacer mis pequeños objetivos para cuando lleguen los días importantes y estar lo mejor posible”.

La andaluza sabe que su fuente de motivación ha ido variando a lo largo de los años: “En mi caso ha dependido en función de la etapa deportiva en la que me he encontrado. Ahora mismo estoy en un momento en el que creo que mi carrera en el triatlón se va a acabar y la motivación es intrínseca. Una de las cosas que más me cuesta es entrenar y dar lo máximo de mí porque ya pocas cosas me motivan. Intenté ser olímpica y no lo fui. He ido a Mundiales y Europeos. He hecho todo tipo de carreras también en otras disciplinas como la Titan Desert, he cruzado el Estrecho a nado, he hecho muchísimas cosas como deportista, pero al final lo que me mueve es mi superación personal, el ser capaz de llevar mi día a día y ser capaz de sacar tiempo de ahí y que sea un tiempo válido”.

Y, pese a la cantidad de referentes deportivos que pueden encontrar, estas dos triatletas tienen en casa el mejor ejemplo vital: sus familias. Para María, su modelo es su madre, “madre soltera y deportista amateur -fue la primera mujer sevillana en correr la Maratón de Sevilla en su primera edición-, fue exiliada por Franco y ha tenido que vivir muchas penas”. “Ella ha vivido unas condiciones adversas enormes y siempre me ha dicho que si quiero algo, que luche por ello y trabaje duro y creo que tengo el mejor ejemplo en casa, el que ves real. Quién mejor que tu madre para inspirarte y seguir creciendo día a día”, relata la sevillana.

Susana Rodríguez, tras cruzar la meta de una competición de triatlón.

Susana no podría estar más de acuerdo: “Cuando hablamos de referentes, tendemos a mirar a grandes deportistas de las diferentes modalidades, pero está claro que los ejemplos de casa son quizá los más cercanos, los más educativos, los que más nos aportan. Mis padres son los dos gente de aldeas, de sitios pequeños, nacieron en familias humildes que labraron su camino. Nadie antes en mi familia había practicado deporte, pero nunca fue un obstáculo para que yo lo hiciera y para mí, tener este tipo de ejemplos, es lo que más nos ha hecho aprender”.

Los entrenamientos durante el confinamiento

Para un triatleta, prepararse en casa no es nada fácil. Las tres modalidades implican muchas horas de entrenamiento en exterior, sobre todo la natación. María y Susana son dos más en el nutrido mundo del deporte que han visto limitados sus ejercicios diarios a la dependencia de una máquina y a hacerlo entre cuatro paredes. No obstante, la de Sevilla lo tiene algo más fácil, ya que tiene piscina privada y puede, al menos, practicar algo de natación -eso sí, atada con una cuerda al depósito para trabajar la fuerza y sin posibilidad de avanzar-. Pero las dos tienen claro que, más allá de mantenerse en forma, lo prioritario ahora es la salud general y que, además, el deporte las está salvando en estos momentos de incertidumbre.

“En mi caso, ante todo, mis principales miedos e incertidumbres son el estado que vive el mundo y el país. Te preocupas más de lo que está ocurriendo que de tu entrenamiento y tu rendimiento”, dice María. “Me di cuenta de la grandeza de la situación, hablé con mi entrenador, Javier Sola, de que íbamos a seguir entrenando, íbamos a seguir estando activos, pero no nos íbamos a obsesionar. Primero, que no se sabe cuándo volverán las competiciones, es todo una incertidumbre pero lo principal es mantenerse activo, que la mente siga ilusionada por lo que está por venir, y sobre todo no caer en lesiones. Al final hay que aplicar la lógica, ser coherente y entrenar y escucharse, es lo principal”, agrega.

Por su parte, Susana relata que, por su trabajo en el hospital de Santiago, aunque no está en contacto directo con pacientes de coronavirus, ha vivido en directo cómo esta pandemia ha ido haciendo estragos en la población. “Yo estoy pasando el confinamiento en mi casa de Vigo, pero me estoy desconfinando todos los días para acudir a trabajar al hospital, viendo cómo cada mañana los números iban a peor, iban avanzando, toda esa situación de estrés la iba escuchando. Y desde el primer momento también me ha quedado claro que lo más importante es la salud, ahora más que nunca nos hemos dado cuenta de que es lo más necesario, que no lo vemos cuando estamos bien, es ahora prioritario”.

“Hay que asumir un poco el pasar de tener objetivos en el calendario a tener uno sin nada concreto y yo, personalmente, de lo que más me he dado cuenta en todos estos días, que he seguido entrenando a diario (algunos días más y otros menos), es de lo que me gusta el triatlón y el deporte, porque he visto que, sin la presión de que en agosto haya unos Juegos (Olímpicos), he seguido haciendo esto con la ilusión y las ganas de siempre y creo que la gente que verdaderamente vivimos esto con pasión, que llevamos años, nos estamos dando cuenta de que realmente el triatlón es una parte muy importante de nuestra vida”, relata la viguesa con cierto orgullo.

María Pujol, en un evento de 'Universo Mujer' con Iberdrola.

¿Cómo se afronta un entrenamiento confinada en casa? Para María, que tiene una pequeña piscina en la que al menos puede mantener las sensaciones de entrenar en el agua, “lo esencial es mantenerse activo, no coger mucho peso, seguir alimentándose bien para que cuando todo esto acabe, o se levanten las medidas y podamos empezar a movernos, sigamos con ilusión y con ganas de luchar por nuestros objetivos”, relata.

Sin embargo, a la sevillana esta situación incluso le ha hecho plantearse dejar el deporte: “No sé si a Susana le pasará lo mismo, pero yo al principio estaba frustrada”, indica. “Mi primer objetivo de la temporada era el campeonato de España de media distancia de duatlón y en 15 días se me aplazó y ya llevo 15 ó 16 años en el mundo del triatlón y estos primeros objetivos son los que hacen que me mantenga activa. Y al suspenderse esta prueba, me hizo estar indecisa sobre si tirarlo todo por la borda… pero cuando ya me di cuenta de la situación me dije: ‘Mira, María, tienes que relativizar, seguir entrenando, seguir con objetivos’. Yo al final me siento afortunada por vivir en una casa con jardín y piscina, y, sobre todo, que mi familia esté sana, creo que es lo fundamental de todo. El deporte, al final, son meras experiencias y las medallas se quedan en un cajón y las experiencias son las que se quedan.

Para Susana, las cosas son distintas, ya que no tiene piscina y lleva muchas semanas ya sin poder practicar natación: “Estoy en un piso, no demasiado grande, no tengo piscina y no puedo entrenar la natación. Tengo una cinta de remo, unas gomas para hacer ejercicios, pero desde el 13 de marzo no me he metido en el agua para nadar. Creo que será una nueva experiencia, un nuevo reto, volver, cuando se pueda, a enfrentarse a la natación tras un parón tan grande que yo, personalmente, no había tenido la oportunidad de vivirlo. Pero bueno, no podemos hacer otra cosa, no está en nuestras manos, creo que los deportistas llevamos a veces mal las cosas que no podemos controlar, y todo esto lo quiero ver como un aprendizaje”, señala.

A la viguesa, la primera cancelación de un evento por el coronavirus le pilló en Abu Dabi, durante la Copa del Mundo. “Una vez aquí, volví al trabajo y ya vi cómo se estaba preparando el hospital para liberar camas para posibles pacientes y me di cuenta de cómo se agravaba la situación”, concreta. “Los objetivos seguro que volverán. Yo ya he engordado un kilo, pero es inevitable. Al final vas a la nevera, te mueves muchísimo menos… te fijas al final del día en el número de pasos en el GPS y está claro que, por mucho que te muevas, que yo al final salgo, no tiene nada que ver con nuestra vida habitual. Que en la casa estás prácticamente para dormir y comer y poco más y ahora estamos descubriendo lo que es estar en casa. Es raro, pero nos está aportando un poco de dosis de la otra realidad que no vivimos y creo que eso también es interesante”, añade.

Las preguntas cruzadas de María y Susana

En ElDesmarque propusimos a estas dos deportistas que parte de la entrevista se la hicieran la una a la otra. Y, como además de compañeras son amigas, aceptaron gustosamente.

De este modo, Susana quiso saber cuál es la prueba, de todas las que ha realizado a lo largo de su carrera deportiva, que María ha disfrutado más. "Yo llevo una década haciendo triatlón y cuando yo empecé, a nivel internacional, de chicas, fuiste de los primeros nombres que empezaron a sonar. Has competido en muchas categorías, te hemos visto en muchas disciplinas diferentes, ya con tantos años como deportista y sin pensar en reconocimientos o en otras cosas, ¿qué es lo que más has disfrutado?", pregunta la de Vigo.

Y María responde: "Es una pregunta muy compleja. Si tuviera diferentes vidas, me dedicaría a todos los deportes que existen, o casi todos menos la petanca y skeleton. Me apasionan. Yo empecé con 10 años y hacía cuatro deportes totalmente diferentes (no conocía todavía el triatlón). Uno de mis principales problemas es que me motivo: mi pareja es biker y yo ahora hago mountain bike y me flipo. Pero mi entrenador me dice: no puedes ser la mejor en todo. La especialidad es superimportante, a todo no le puedes dar y querer ser buena en todo. En función de cada etapa de mi vida he ido haciendo una u otra. El triatlón llegó a mi vida por azar, luego hice triatlón cross, duatlón, y luego con la media distancia. Cada disciplina ha sido una etapa de mi vida, me ha hecho crecer y disfrutar, pero indudablemente que la etapa más exigente y que más me ha hecho disfrutar es la de la residencia ‘Quin’ Blume, en la que luché por una plaza olímpica".

Susana Rodríguez festeja su llegada a la meta en uno de sus triatlones.

Por su parte, María quiso conocer más acerca del cambio de guía que ha decidido hacer Susana y de cómo ha afrontado el cambio de fecha de los Juegos Olímpicos de Tokio por el coronavirus. "En cuanto a los JJOO, ¿qué tal has llevado esa suspensión? Supongo que por una parte te habrás sentido aliviada porque no estabas entrenando en las condiciones idóneas... Y me gustaría que me hablaras de tu acompañante. ¿El parón supone la vuelta de Paula o sigues con Sara?", es la cuestión que la sevillana hace a la médica y paratriatleta gallega.

Susana apunta que "desde que empezó la crisis del coronavirus se empezó en el mundo del deporte a mover el tema de que no se podía entrenar. En el COI seguían diciendo que se iban a celebrar, y a mí me parecía surrealista. Yo veía lo que pasaba todas las mañanas y me parecía que pensar en unos JJOO era descabellado. Y estaba a la espera de esta decisión y la he asumido con total tranquilidad y absolutamente de acuerdo con ella porque los JJOO son el evento deportivo que más mueve y son impresionantes, pero para que los sean tienen que estar en un mundo donde haya libre circulación de fronteras, donde nos podamos mover, donde haya buen nivel de salud pública y eso es inviable".

"Deportivamente creo que va a ser algo positivo para mí porque voy a tener tiempo para introducir una serie de cambios. El año pasado descansé un poco más tarde y empecé la temporada más tarde, he empezado el año sin tranquilidad por un problema de salud y ahora que ya lo tengo encaminado, saber que los JJOO no son en agosto me ayuda. Y he cambiado de deportista de apoyo, va a ser Sara Loehr la que haga conmigo el camino hacia Tokio 2021 por diferentes temas deportivos. En paratriatlón hemos llegado a un nivel en el que es muy importante tener deportistas de apoyo que se puedan dedicar exclusivamente a esto", concluye.

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