Es Noticia
Ofrecido por

El resurgir de Garazi Sánchez: persiguiendo la ola de Tokio tras 'volver a vivir'

El camino que estamos recorriendo en ElDesmarque junto a Iberdrola nos lleva hasta Getxo, donde Garazi Sánchez nos espera para adentrarnos en el mar junto a su tabla y su forma tan especial de ver la vida. El recorrido de esta surfista que aspira a ser olímpica nos demuestra, una vez más, que #EllasValenOro.

Garazi Sánchez lleva desde los 7 años subida a una tabla de surf, un deporte al que se aficionó por diversión. Está enamorada de las cosas que le aporta este deporte: libertad, capacidad de adaptación, disfrutar de algo tan puro como el mar... Pero en 2018 sintió que su vida daba un vuelco en todos los sentidos. Un accidente surfeando en la playa francesa de Hossegor estuvo cerca de costarle una paraplejia y, sin embargo, salió de ese bache más fuerte que nunca y ahora pelea por conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio, una ilusión a la que se aferra desde que el Comité Olímpico Internacional incluyera este deporte en la lista de los olímpicos en el año 2016.

"Como deportista, estar en unos Juegos, que son el máximo exponente de los valores del deporte, sería todo un regalo por todas las horas de entrenamiento, las trabas, las lesiones… y de alguna manera un premio a todo el equipo y las personas que te han apoyado desde el principio", destaca Garazi. "Sería un sueño, no sólo por los resultados sino por lo que significa una Olimpiada".

Pero, como todos los deportistas que tenían en el próximo mes de agosto su gran evento de la temporada, Garazi ha visto pospuesto su sueño hasta 2021 por la pandemia del coronavirus, que también obligaba a la surfista a estar alejada del mar durante dos meses. No obstante, la vizcaína confiesa que no ha sido demasiado duro este parón gracias en parte a su experiencia anterior con la grave lesión que sufrió en la espalda.

Y es que entonces "también estaba encerrada en casa. No podía andar y tenía que estar 30 días en la cama y luego poco a poco empecé a salir de casa, un poco como ahora". Por eso Garazi "tenía menos miedo de dónde iría mi cabeza en ese encierro y en ese momento de incertidumbre que estamos viviendo todos. En mi propia carne ya viví eso y me ha ayudado a mantener la calma y a no correr hacia el futuro, que a veces nos agobiamos por cosas que nunca pasan".

"Me he focalizado en mantener en la medida de lo posible la rutina en casa y ahora, desde que podemos salir los deportistas a entrenar, enfocándome en el día a día y con el objetivo de recuperar mi forma", señala la surfista sobre su confinamiento. "Te hace revivir cosas que dabas por hecho. Pierdes los movimientos técnicos, te notas más torpe los primeros días, pero esa conexión con el mar no se pierde", relata.

Garazi Sánchez, de camino al agua con su tabla.

Un accidente que le marcó

Nos trasladamos a la playa de Hossegor, en Francia. Es el 18 de julio de 2018 y Garazi acaba de sufrir un aparatoso accidente mientras surfeaba que la ha dejado en la orilla y sin poder mover las piernas. "No puede ser que ésta sea yo", ése era el pensamiento que cruzaba la cabeza de la surfista. "No me creía que estuviese ahí, tenemos esa sensación de ser inmortales y de no ser nosotros a los que les pasan las desgracias. Mi cabeza estaba peleando, sobre todo una vez en la ambulancia. Por un lado, decía: 'Ostras, que estoy aquí'; y a la vez era como: 'Tranquila, que no va a pasar nada'. Tuve miedo, de repente te sientes muy pequeña".

Esta experiencia, por la que estuvo un mes encamada y varios meses más "aprendiendo a andar" y haciendo rehabilitación, sin la certeza de poder subirse de nuevo a una tabla, la ayudó a madurar de forma vertiginosa. Buscó algo a lo que aferrarse y se topó con la historia de Taylor Knox, que tuvo que operarse de una lesión vertebral a los 15 años, antes de convertirse en uno de los mayores especialistas de la historia del surf. No se retiró hasta los 42 años. Y esto fue más que suficiente para que Garazi mantuviera la esperanza.

"Cuando estás pasando por un momento en el que recibes diferentes opiniones de expertos, unos te dicen que sí y otros que no, pero no ves casos reales… No es lo mismo hacer una rehabilitación teniendo fe en que pasará que hacerla sin tenerla. Y yo me agarré a eso para llevar esa obsesión de la rehabilitación a rajatabla. Ver que él lo ha hecho, que es una persona que ha estado muchos años en la élite, me dio la esperanza de que era posible", relata la guechotarra, para la que el ejemplo de TK fue un salvavidas. "El hecho de saber que es posible, que un objetivo es real, hace que tu compromiso y tu disciplina aumenten y con ellas las posibilidades de éxito. Fue mi tabla de salvación".

Asimismo, la surfista espera que su ejemplo haya servido para devolver la fe a alguien, deportista o no: "Si de alguna manera a alguna persona le ha podido ayudar que en mi caso fue posible y que no fue una línea recta ni mucho menos, encantada. No porque sea deportista o no, sino incluso para hacer la vida normal, hay médicos que a veces te dan diagnósticos que te dan miedo y no te dan la opción a pelear, por lo que está bien tener diferentes opiniones".

Garazi Sánchez, antes de adentrarse en el mar, con su tabla de surf.

El surf, mucho más que un deporte

A sus 27 años, Garazi tiene muy claro lo que significa para ella el surf y va mucho más allá del deporte en sí. Cuando está sobre la tabla y se acerca la ola, la vizcaína siente "paz y curiosidad". Y añade: "El mar siempre te sorprende y tienes una hoja en blanco para dibujar en cada ola. Esa manera de expresarte y en un entorno tan mágico como el mar... Supongo que será plenitud, será paz y a veces, también éxtasis".

Esta luchadora nata viene de una familia nada tradicional y, antes de decantarse por el surf, también practicó otros deportes como la escalada -por su padre- o el fútbol. De la escalada se acabó desmarcando "por llevar un poco la contraria", buscando algo parecido que también la mantuviera en contacto con la naturaleza y con cosas en común, pero le gustaba el hecho de buscarse su propio camino, "sin ser hija de nadie". Y del fútbol la desató el horario estricto y la falta de aventuras y de sorpresas. "De pequeña, lo que me llamaba la atención no era ser surfista, sino irme a Australia, a Indonesia… irme a descubrir olas es lo que realmente me volvía loca. Y esa parte más espontánea que el surf te da es lo que me hizo decantarme", sentencia.

Y tras 20 años buscando olas por todo el mundo, Garazi sabe cuáles son sus preferidas: "Me encantan las olas de derechas, que puedan tener un metro y medio o así, en sitios paradisíacos, con poca gente y sin edificios alrededor". No obstante, disfruta igual cuando no son de esta clase, ya que "sigue siendo bastante mágico el simple hecho de deslizarte en el mar".

Pero detrás de todo lo idílico que nos viene a la mente cuando pensamos en el surf -piel morena, melenas rubias, olor a sal y mucho buenrollismo- se esconde un mundo de grandes sacrificios y muchas frustraciones. "Surfeamos muchas veces olas malas, en momentos que no tienes esa motivación intrínseca y al ser un deporte creativo tienes esa frustración", reconoce Garazi. "Vuelas hasta Australia, entras en el mar, estás 20 minutos en la manga y de una semana que dura el campeonato, tú pierdes el primer día y te vas a tu casa con una cara…", señala la surfista, que añade sin embargo que "esa pasión por todo lo que rodea a este deporte nos compensa".

Garazi Sánchez surca una ola sobre su tabla.

Una pasión que tiene límites en España

La práctica del surf tiene cada día más adeptos en España, pero la profesionalización se vuelve algo más complicado. "Al final es un deporte de costa y en nuestro país, sobre todo del norte", recuerda Garazi. "Va costando que se abra paso entre otros deportes con mucha tradición, pero va cogiendo peso, a raíz de que se haya convertido en un deporte olímpico va ganando su espacio para intentar quitar esos clichés" que rodean al surf.

"Creo que hay una parte del surf, que es la competición, que a mucha gente no le importa. No es como el fútbol, que es al revés: mucha gente lo ve y no tanta lo practica. A cierta edad, la gente que va aquí en Bilbao a San Mamés no juega al fútbol. Y en surf es al contrario", indica la de Getxo. "La mayoría no ven el campeonato, pero sí lo practican", por eso cree que ha sido uno de los primeros deportes que se ha permitido durante la desescalada del confinamiento por el coronavirus, porque "es lo que a la gente le mueve y le hace levantarse a las 6 de la mañana. Se ha visto que mucha más gente de la que creemos practica surf".

Ella misma, con 18 años, se planteó si realmente quería vivir de sus cualidades sobre una tabla surcando olas gigantes en los mares y océanos de medio mundo. Y dejó la tabla aparcada durante un largo periodo de tiempo. "Con 18 años, en nuestro país hay una presión muy grande por elegir qué tienes que hacer en el futuro. Pero yo sentía que era muy joven para elegir", confiesa Garazi. "El surf me había hecho y me ha hecho perder muchas cosas, aunque me ha hecho ganar otras. Y llegó un momento en el que necesitaba saber quién era, si me seguía queriendo a mí misma sin el surf, sin ser campeona de tal o haciendo algo que se me da bien, como una persona normal, como cualquiera de mis amigas".

Y ese parón le sentó bien: "Me hizo conocerme a mí misma más y coger el surf de una manera más voluntaria, porque quieres y no porque sea algo que has hecho siempre. Obviamente fue un riesgo porque perdí mis patrocinadores, me quedé detrás de gente que seguía avanzando. Pero no me arrepiento porque igual lo habría dejado antes. Y la vuelta fue natural: empecé a surfear, a disfrutar, soy una persona que si hago algo me gusta hacerlo bien", sentencia.

Diez preguntas para conocer mejor a Garazi Sánchez

Garazi Sánchez participa en el test de preguntas rápidas de ElDesmarque, con el que podremos conocerla mejor personalmente. Sus gustos, su playa preferida, sus sueños, su deseo y su ejemplo a seguir. Diez cuestiones que ayudan a definir la personalidad de la surfista cuando está fuera del mar.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar