Lugares y actividades con más riesgo de contagio en la nueva normalidad

España sigue avanzando en la desescalada a la nueva normalidad poco a poco. Madrid, Barcelona y su área metropolitana, además de toda Castilla y León, pasan desde este lunes a la fase 1 de las medidas de confinamiento por el coronavirus, mientras que el 47 % de la población, casi 22 millones de personas, acceden a la fase 2. Ello supone la apertura progresiva de tiendas y oficinas. La vuelta de millones de trabajadores a sus puestos de trabajo y a nuevos espacios de ocio, y, con ello, un nuevo 'riesgo' de que el contagio vuelva a aumentar en las próximas semanas. En una información publicada por El Confidencial apuntan ciertas evidencias en la forma de contagio entre los seres humanos.

Además de la posibilidad de que algunas personas puedan tener una mayor carga vírica en la propagación de la enfermedad, nuestro entorno también parece clave en el contagio. La gran parte de los contagios masivos se han producido en reuniones y eventos en lugares cerrados. Sitios en los que no se ha podido mantener la distancia de seguridad, ya sea laboral o de ocio, y que se han producido la exhalación de muchas partículas.

El diario desvela varios estudios que demuestran que en entornos cerrados el virus puede llegar a mantenerse durante horas. Una investigación china, publicada por preprint, localizó 318 episodios que habían provocado tres o más contagios y tan sólo uno de ellos había ocurrido en el exterior. Los hogares, el transporte público, los espacios de entretenimiento o de compras fueron los ámbitos de contagio más relevantes.

En otra investigación, esta vez en Londres, determina los tipos de espacios donde ser producen la transmisión del virus. En este caso, entre al gran variedad de lugares, están las iglesias, barcos, hospitales o residencias de ancianos. Todas ellas con un factor en común: lugares cerrados.

Como ejemplo, en un coro de una iglesia de Estados Unidos se produjo el contagio entre 53 de los 61 asistentes. Tres de ellos tuvieron que se hospitalizados y otros dos murieron después de cantar juntos durante más dos horas y media, y de compartir comida y bebida.

Hace apenas dos semanas, en Corea del Sur, se produjo un brote importante a raíz de que un hombre visitara varias discotecas en Seúl. Y en ese mismo país, el comienzo de la epidemia estuvo marcado por el caso de la paciente 31 que habría transmitido el virus en un grupo religioso.

Todo ello lleva a pensar que hablar en voz alta en un entorno reducido o cerrado, donde se contribuye a exhalar las gotas transportadores del virus, aumentan las probabilidades de contagio. Por eso, algunos entornos laborales con maquinaria ruidosa pueden provocar que los empleados tengan que elevar la voz y con ello provoque una mayor emisión de partículas.

Los indicios de la propagación masiva del virus lleva a deducir que cierto tipo de actividades como un concierto, con miles de personas cantando sin mascarillas, o un partido de fútbol con público tardarán en volverse a ver.

Costumbres italianas y españolas en el contagio del virus

La costumbre de hablar con un tono alto y la forma tan pasional de expresarse de italianos y españoles podría haber tenido alguna influencia en la transmisión, según algunos epidemiólogos. Un apunte más en un tipo de sociedad más comunitaria y hecha a la vida social que la del norte de Europa.