A vueltas con la vacuna del coronavirus. La lucha contra el COVID-19 sigue siendo brutal en todo el mundo y encontrar una vacuna es el gran objetivo de todos. A las buenas noticias que se conocieron al respecto sobre la que está fabricando la Universidad de Oxford (que asegura que tendría dosis en septiembre) se suman las buenas nuevas que da la empresa estadounidense Johnson&Johnson.
Nada más tener disponible la secuencia genética del nuevo coronavirus (SARS-COV-2) en enero de 2020, Johnson&Johnson empezó a analizar posibles vacunas para prevenirlo, logrando resultados muy prometedores y asegurando que el uso de la misma estaría disponible para situaciones de emergencia a principios de 2021.
Ahora, el vicepresidente de Asuntos Médicos para Janssen Latam, Josue Bacaltchuk, reveló al medio Dinero detalles acerca de la vacuna que está desarrollando esa firma que es propiedad de Johnson&Johnson contra el coronavirus, así como de los primeros ensayos en humanos.
"Continuando con nuestra promesa de trabajar bajo un cronograma acelerado, el 10 de junio anunciamos que la fase 1/2a del ensayo clínico, es decir, el ensayo en humanos, que estaba programada para septiembre, iniciará a mediados de julio. Hemos acelerado este proceso basados en la contundencia de los datos preclínicos obtenidos y a las interacciones con las autoridades reguladoras. Esperamos que los primeros datos clínicos de seguridad e inmunogenicidad estén disponibles a finales de este año (2020). Esto podría permitir que la vacuna esté disponible para uso de emergencia a principios de 2021", comentó Josue Bacaltchuk.
Respecto a uno de los temas que más preocupan a la gente, sobre el reparto mundial de la vacuna y su precio, asegura que: "Este es un desafío de proporciones globales y seguimos totalmente comprometidos con proporcionar una vacuna asequible al público (sin fines de lucro) para su uso en la emergencia que implica esta pandemia. Es difícil determinar hoy un número exacto, de todas maneras, no estamos pensando un desarrollo en función de la rentabilidad, sino en el compromiso del impacto sanitario a nivel global".
"Una vez que la vacuna esté disponible trabajaremos en conjunto con las autoridades sanitarias locales e internacionales, agencias regulatorias, gobiernos y ONG con el objetivo de garantizar el acceso global a la vacuna una vez disponible para aquellos que lo necesiten", añadió al respecto.
"Estas tecnologías brindan la capacidad de aumentar rápidamente la escala de producción, y una vez la vacuna esté disponible tendremos la capacidad de manufactura y distribución a escala global, por eso es fundamental tener una plataforma de producción rápida", explicó también Josue Bacaltchuk.
Respecto a las pruebas en humanos que se adelanta a julio, indicó que "el estudio de fase 1/2a se llevará a cabo en 1.045 adultos voluntarios que se encuentran en condiciones de salud sanas y están entre los 18 a 55 años, así como en adultos mayores de 65 años".