Los rebrotes de coronavirus COVID-19 que se están produciendo por toda España tienen en alerta al país. Uno de esos focos calientes se encuentra en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Allí, el lío es aún mayor, pues el inmigrante que dio positivo y que provocó el brote está en paradero desconocido y la Consejería de Sanidad de Extremadura ha emitido una orden de busca y captura.
Todo comenzó con una persona que fue trasladada desde Almería durante la última etapa del estado de alarma y cuando aún estaban prohibidos los movimientos interprovinciales. El traslado del inmigrante se produjo con autorización expresa y extraordinaria por parte de la Delegación del Gobierno de Extremadura, pero el caso es que la autorización y el viaje se realizaron sin seguir ningún tipo de protocolo sanitario ni realizar la prueba PCR.
No se le hizo el test hasta que estuvo en Navalmoral de la Mata, cuyo destino era el centro de acogida que tiene en la localidad la Fundación Cepaim. Al dar positivo, el Servicio Extremeño de Salud empezó a rastrear sus movimientos desde su llegada a la ciudad, localizando cuatro lugares de contacto con otras personas. En concreto, fueron tres domicilios y una mezquita. En total, hay ya 20 positivos confirmados y 30 personas aisladas.
"Se están vertiendo muchos datos erróneos en redes sociales y me preocupa que se dé un brote xenófobo, algo que debemos parar y luchar contra ello. Nadie se infecta porque quiere"
Además de todos los positivos por coronavirus, el otro problema está en que el Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata afirma que no recibió ninguna comunicación de la Delegación de Gobierno de Extremadura sobre la autorización del traslado de esta persona desde Almería a la localidad cacereña.
La alcaldesa del pueblo extremeño, Raquel Medina, llamó a la tranquilidad a la población ante los casos positivos de coronavirus COVID-19 detectados en la localidad, en un "agrupamiento de convivientes", todos ellos con síntomas leves y que permanecen aislados en dos domicilios.
"Se están vertiendo muchos datos erróneos en redes sociales y me preocupa que se dé un brote xenófobo, algo que debemos parar y luchar contra ello, porque nadie se infecta porque quiere, todos somos personas, nada nos diferencia y la pandemia nos afecta a todos por igual", explicó Raquel Medina.
La alcaldesa aclaró que la población “no esta confinada, ni aislada” y ha subrayado que lo único que se ha hecho es reforzar las medidas de protección y así evitar nuevos contagios de coronavirus en la localidad. En este punto, Raquel Medina ha recordado que las medidas recomendadas para frenar el coronavirus son el distanciamiento interpersonal, el uso de mascarillas y la higiene de manos.