Skeleton. Suena a disfraz de Halloween o adorno de 'La casa del terror' de un parque de atracciones. Pero no, es un deporte olímpico, poco practicado en nuestro país y que consiste en bajar tumbado a toda velocidad sobre un trineo por una pista de hielo que parece casi un tobogán. En España, decir skeleton es decir Ander Mirambell -ha ido a tres Juegos de Invierno-. Pero desde noviembre también resuenan los nombres de dos jóvenes deportistas que prometen darle una vuelta de tuerca a este deporte: Ana Torres-Quevedo y Alba Rodríguez. Ellas son las encargadas de ponernos al día sobre este singular deporte, en una charla junto a ElDesmarque e Iberdrola. #EllasValenOro también sobre el hielo.
Tanto Ana como Alba se acercaron por primera vez al skeleton el pasado mes de noviembre. La Federación Española de Hielo (RFEDH) abrió una convocatoria para la Copa de España en Innsbruck -en nuestro país no hay instalaciones para practicar este deporte- con el fin de encontrar a jóvenes dispuestos a probar esta modalidad y encontrar un relevo para Mirambell cara al futuro.
Ana (19 años) es de Madrid y es jugadora de hockey sobre hierba y fue su madre quien la animó a viajar a Austria junto a su hermano Leo -futbolista- para probar el skeleton. Alba (30 años), por su parte, es de Barcelona, es tiradora olímpica y supo de la convocatoria a través de una historia de Instagram, pues es fiel seguidora de Mirambell. No se lo pensó dos veces y decidió probar. La velocidad, el hielo, la adrenalina. Lo de estas dos chicas con el skeleton fue amor a primera bajada.
Aunque a priori pueda parecer una modalidad deportiva sencilla, el skeleton, como nos cuenta Ana Torres-Quevedo, supone tener mucha cabeza -en el sentido figurado-: "Cuando estás bajando va todo muy rápido y no te puedes quedar pensando en que has hecho una curva mal, porque cuando te quieres dar cuenta ya has pasado otras tres mal". Alba Rodríguez lo ratifica: "Tienes que estar concentrado en cada momento y lo que ha pasado, ya está hecho. A pensar en la siguiente".
Ellas, deportistas casi por naturaleza, han podido aplicar parte de sus cualidades al skeleton. Ana, por ejemplo, deja claro que "no requiere mucha fuerza física de estar corriendo todo el rato como en el hockey, pero sí una potencia física inicial que sí puedes adquirir gracias a otros deportes". Alba añade: "Creo que me ha podido ayudar practicar tiro porque es muy importante el control de los músculos, de la posición y eso también es importante en el skeleton".
Lo que más atrae y lo que más asusta a las dos del skeleton es la velocidad. "La sensación de ir tan pegado al hielo y tan rápido, a la vez es lo que más asusta porque el mínimo fallo puede suponer algo", explica Ana.
Adrenalina, vértigo, fuerza... antes de empezar a bajar, las sensaciones son espectaculares: "Un minuto pasa como si fuese casi un segundo", asegura Alba. Y, cuando llegas al final de la pista, la valoración: "Tienes que pensar si realmente te has sentido bien o no y buscar hacer algo diferente para la siguiente", recalca la de Barcelona.
Ander Mirambell comenzó en esto del skeleton allá por 2005. Su inspiración fue la película 'Elegidos para el triunfo'. Su intención era conseguir llegar a unos Juegos Olímpicos de Invierno. Lo consiguió en 2010 en Vancouver. Y en 2014 en Sochi. Y en 2018 en Pieonchang. Ahora, Ana y Alba sueñan con ser ellas las que logren ese objetivo.
"Sí digo que me gustaría porque a todo el mundo le gustaría, pero de momento lo veo muy lejos", reconoce Ana. "Es el sueño de todo deportista y las dos lo somos. Aunque es complicado", aclara por su parte Alba.
Las dos conocieron a Ander el pasado mes de noviembre en Innsbruck y son muy conscientes de lo que ha supuesto su trabajo para este deporte con tan poca visibilidad: "Es un referente para los que hacemos deportes minoritarios que ha sido capaz de ir a unos Juegos y hacer conocer su deporte que no lo practica mucha gente aquí en España", cuenta Alba. Asimismo, Ana reseña que "nos ha ayudado mucho, tiene mucha experiencia y ha competido mucho y sabe los fallos que tienes, le explicas la sensación en cada curva y te ayuda a corregirlo".
Las posibilidades de que llegue una figura del skeleton femenino que como mínimo iguale a Mirambell existen. "¿Por qué no? Ojalá llegue alguna chica que lo consiga", replica con optimismo Alba Rodríguez.
El futuro de estas dos deportistas en lo referente al skeleton es incierto pero quieren ir poco a poco tras haberse acercado a él en sólo una ocasión: "De momento, seguir practicándolo mientras pueda y seguir disfrutando de él. Y si compito, ir bajando tiempos y mejorando sensaciones", cuenta Ana. Alba también pone pies en pared: "Ir paso a paso ahora mismo, que acabamos de empezar. Ir mejorando lo que se pueda y a ver qué tal".
Seguro que habrá nuevas aventuras de Ana y Alba con el skeleton. De momento, han demostrado tener talento, pasión y ganas. Y, sobre todo, mucha velocidad sobre el hielo. Lo que venga, bienvenido sea.
En ElDesmarque propusimos a Ana y Alba que nos contaran alguna anécdota relacionada con este deporte tan llamativo.
Una maleta perdida o una primera bajada en la que es imposible discernir entre curvas malas y curvas buenas. Historias para reír y sonreír.