Nutrición: truco para eliminar la sal de tus comidas sin perder sabor
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no deberíamos superar los 5 gramos de sal al día en nuestra alimentación. Y eso en el caso de personas sanas. En el caso de pacientes con hipertensión, la cifra se reduce a la mitad, a 2,5 gramos, mientras que las personas de más riesgo no deberían ingerir más de 1 gramo de sal diario.
Unos datos a tener muy en cuenta en España, donde varios estudios indican que el 15% de la población sufre problemas de hipertensión, lo que suele derivar en problemas cardiovasculares. Pacientes a los que se les impone una dieta sin sal que muchos suelen abandonar por la falta de sabor.
Algunos trucos para rebajar el consumo de sal si perder sabor
No obstante, comer sin sal no quiere decir necesariamente consumir alimentos esaboríos. Todo lo contrario. Existen algunos trucos que hacen que las comidas sin sal sean más sabrosas. Y a continuación te contamos algunos.
Por ejemplo, lo que se refiere a los alimentos sazonados con sal. Estos pueden ser igualmente sazonados. Pero existen sales especiales con un contenido reducido de sodio o sin él que son mucho más saludables. Además, podemos acompañar estos alimentos con otros que contengan potasio, que ayuda a eliminarlo.
Existen muchas opciones como alternativa a la sal
Por otro lado, también existen en el mercado complementos alternativos a la sal como la sal de apio o la sal de ajo, que suelen tener un contenido muy bajo en sodio, a la vez que otorgan un sabor superior en nuestras comidas.
Otra buena alternativa pasa por usar especies aromáticas como tomillo, orégano, pimienta, jengibre o pimentón. En su justa combinación incluso pueden descubrirnos sabores mejores que los que obteníamos con la sal.
Otra opción sería usar aceites y vinagres de diferentes elaboraciones como son de vino, manzana o sidra. Y también otros ingredientes como ajo, cebolla, limón o soja.
Por último, también es recomendable cocinar al vapor, lo que le potencia el sabor de los alimentos que cocinamos.
Obviamente, todo ello al margen de intentar evitar productos como sardinas en lata, anchoas o productos ultraprocesados. Incluso si son dulces, pues suelen contener también grandes cantidades de sal.