No pudo ser. Después de tres días durísimos en los que mantener el par del campo se había convertido en un ejercicio de supervivencia, Miguel Ángel Jiménez pinchó en hueso en una última jornada para olvidar. Llegaba al domingo con opciones de conseguir su primer 'grande', pero el hoyo 4 cavó su sentencia. Un triple boogey, sumados a los que había cosechado en el 1 y en el 3, hicieron que de nada sirviese su birdie en el 2. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo y el malagueño acabó con +8 en el día y +7 en el general.
De la terna de candidatos que aspiraban al British destacó el ganador final. Clarke llegaba líder a la última jornada, y supo mantenerse en cabeza a pesar de la presión de jugadores como Mickelson, que firmó un amargo segundo puesto. Al final, la victoria fue para el norirlandés, que con 5 golpes bajo el par consiguió un British durísimo, en el que sólo cuatro jugadores acabaron el torneo por debajo del par del campo.
