El valor de Diego Capel
El Sevilla y el Sporting de Lisboa han acordado el traspaso de Diego Capel, a falta de la oficialidad. Desde un punto de vista económico e institucional, la venta es más que comprensible y las tres partes ganan. El Sporting se hace con el jugador que pretendía, el jugador se garantiza un largo contrato y una buena ficha y el Sevilla ingresa 3,5 millones por un jugador que actuaba en un puesto que tiene, al menos en efectivos, bien cubierto.
Es comprensible, además, porque el Sevilla necesita liquidez, necesita millones de euros y los necesita al contado, y las formas de pago del club lisboeta son al parecer bastante fiables. Necesita liquidez para acometer fichajes, porque la política del club en estos momentos está clara, no gastar más de lo que se ingrese, y para ir a por un delantero hacía falta ingresar alguna cantidad para tener garantías a la hora de fichar un atacante.
Pero en realidad estas son aristas secundarias de la operación. Lo principal es que Diego Capel se marcha y, como decía, al menos al que suscribe estas líneas, su marcha desprende una sensación agridulce. Porque de Capel siempre se ha esperado más de lo que ha dado, eso es cierto. De un futbolista que debutó con 16 años, que apuntó tan alto, que parecía despegar definitivamente con su internacionalidad absoluta, el sevillismo esperaba su cristalización en crack, y no ha sido así.
Pero sin llegar a lo más alto, no hay que perder de vista que Capel sí que ha alcanzado ciertas cotas. Sin ser una estrella ha sido campeón de Copa con el Sevilla (marcando en la final), ha sido internacional absoluto, ha sido campeón de Europa sub 21 y, de una forma u otra, se había consolidado como un elemento válido en la plantilla del Sevilla. Puede que como suplente, pero como un suplente más que válido. Con su marcha, se abre el hueco para Armenteros, o puede incluso que para Luis Alberto, y es incuestionable que a día de hoy el de Albox ofrece más garantías deportivas (a día de hoy, insistimos) que los otros dos futbolistas, en franca mejoría, también es cierto. Por ahí, por el hombre que deba sustituir a Perotti cuando no esté, pierde nivel el Sevilla. Será cuestión, y obligación, de compensarlo con un mejor nivel para el encargado de sustituir a Kanouté y Negredo.
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