Esta primera jornada tuvo un desenlace inesperado, pues una docena de hombres logró rematar una fuga que comenzó en los primeros kilómetros y que el pelotón no fue capaz de neutralizar, de modo que los escapados alcanzaron la meta en la Plaza de España con 2’16” sobre la avanzadilla del grupo.
Muller, argentino residente en Olot, fue más rápido en el ‘sprint’ que el argelino Abdelkader Belmoukhtar (Reyno de Navarra) y que el alicantino Andrés Vigil (Andalucía-CajaGranada). Los tres se filtraron en diferentes fugas que fueron saliendo del pelotón principal antes del kilómetro 25 y que acabaron conformando un grupo cabecero de dieciséis unidades que fue abriendo hueco, hasta de un minuto a la entrada de Osuna y ya de dos minutos al paso por la meta volante de El Rubio (km. 61,8). Y todo ello sin que el trabajo de caza en el que se alternaban el Louletano de Antonio Olmo y el Guerola-València Terra i Mar de Francisco Pacheco diera fruto alguno.
El paso por el alto de Estepa (km. 78,5) no hizo más que cribar el grupo de vanguardia, que quedó reducido a doce unidades aunque con triple presencia del equipo Andalucía-CajaGranada (Aguilar, Vigil y Rubio) y doble de UPV-Bancaja (Muller y Gironés), Extremadura-Spiuk (Pérez y Gallego) y Seguros Bilbao (Riutort y Jurado).
El buen entendimiento de estos fugados y la desidia atrás, donde el Louletano acabó por arrojar la toalla, propició que el grupo cabecero superara sin mayores apuros el Alto de Alcofría (km. 108,3) antes de disputarse la llegada y el primer maillot de líder, batalla en la que Muller no encontró rival después de que Israel Pérez tratara en vano de sorprender desde lejos.
Este viernes se disputa la segunda etapa, la Clásica Ciudad de Carmona, donde se esperan nuevos movimientos, si bien será complicado que el vencedor final de la vuelta no sea uno de los doce valientes que cogieron al pelotón en fuera de juego.