En el ejercicio 2010-2011 el equipo amarillo no era primero como ahora, sino segundo tras el Ángel Ximénez y en 22 partidos tuvo un balance de 37 puntos (18-1-3), 631 goles marcados, 64 menos que ahora, y 542 encajados, 32 menos, arrojando una diferencia goleadora de 89 tantos.
A estas alturas el equipo del ascenso, que dirigía Fernando Castelló, tenía un punto más que ahora, 39, tras acumular en los mismos partidos 19 triunfos, un empate y dos derrotas. Era peor en ataque, con 642 goles (53 menos), y también en defensa con 575 (uno más), siendo la diferencia de goles de 67, casi la mitad del equipo actual, que alcanza los 121.
Dos partidos clave
Para terminar de mejorar las estadísticas del equipo en las dos jornadas restantes, el equipo moguereño buscará un triunfo en casa este sábado (19.00 horas) ante Madrid y en la última cita de la liga, a domicilio ante la Nava. Si se logra una victoria ante el conjunto madrileño y la Nava empata o pierde el Pedro Alonso Niño sería matemáticamente campeón de grupo, pero si alcanza la última jornada manteniendo la renta actual le valdría para obtener el honor de coronarse como mejor equipo del grupo D, además de ganar, empatar o perder por una diferencia igual o inferior a siete goles.