Ambos arrastran problemas en la rodilla y de momento se ha descartado que tengan que ser intervenidos quirúrgicamente, pero tendrán que someterse a un tratamiento rehabilitación y potenciación para recuperar la zona afectada.
Jesús Fernández, que ya se lesionó antes del comienzo de la temporada y estuvo cinco meses de baja, era el caso más preocupante, pues se temía una recaída, pero de momento
las noticias no son tan negativas como esperaba el propio pivote sevillano. “El doctor me ha dicho que en principio parece que no está roto el menisco y me ha mandado que esté
dos-tres semanas con tratamiento y que me volverá a ver.
Estoy más tranquilo después de saber que no es tan grave como la otra vez y espero que sea posible volver pronto”, manifestó.
En el caso de Alejandro Millán, el capitán estará tres semanas de baja por la rotura parcial del ligamento lateral y tiene dañado los meniscos, aunque afortunadamente puede evitar el quirófano. “Espero recuperarme bien para volver a jugar, porque el médico me ha advertido que tenga mucho cuidado porque cualquier movimiento brusco puede hacer que se dañe seriamente la rodilla, así que de momento reposo y ya iremos trabajando en la recuperación”.
Antes estas dos bajas importantes, al equipo que entrena Fernando Castelló le tocará seguir haciendo frente a las dificultades y exprimir los recursos de una plantilla corta, pero que ya demostró su enorme capacidad de sacrificio y de competitividad, como ante Antequera el
pasado domingo.