El museo perdido
La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Leo atentamente la transcripción de la interesante tertulia organizada por este diario con Pablo Guisande, director del Mueso Provincial, en la que, lógicamente, surgió el asunto de la creación del ‘Museo del Fútbol’ en Huelva, un lugar en el que se debería poner en un altar a Minas de Riotinto, a la Cuenca Minera y a toda su gente y, claro está, al Decano del fútbol español. La idea, maravillosa, está en boca de todos pero en la cartera de nadie. Lo de siempre.
"¿Un museo del fútbol aquí? Necesario, revitalizador, una deuda pendiente con esta tierra…” Y doscientos políticos de todos los colores y otros tantos ‘agentes sociales’ llevan así ocho lustros con especial énfasis en esto cada cuatro años, ya saben el porqué. Todos con buenas palabras sobre su ‘futura’ creación, todos de acuerdo en el fin… Que sí, que vale, que ya nos hemos enterado. Pero lumbreras, si es tan positivo para esta tierra, ¿a qué esperáis para ponerlo en marcha? ¡Háganlo ya!
En otras provincias se construyen y mejoran museos, se crean los puentes que hagan falta y llegan ‘AVEs’ antes o después mientras aquí algunos miran al infinito silbando al cielo disimulando. ¿También nos cogerán con el pie cambiado en esto? ¿A qué estáis esperando? ¿A que sea otra ciudad la que se nos adelante? ¿A que en otro punto cercano pregonen un protagonismo inventado y totalmente inmerecido pero que sabrán venderlo a las mil maravillas? ¿También con el fútbol va a pasar lo mismo? ¿Tampoco la cuna de este deporte en España va a lograr presumir de ello? Ya… es que estamos en una época ‘complicada’ y hay menos dinero para todo… Entonces, cuando los billetes le salían a algunos listos que no sabían cómo gastarlo –o sí, en sus vergonzosos chiringuitos- hasta por las orejas, ¿por qué no se hizo? Que es NUESTRO dinero, el de los onubenses, el que también se despilfarra en observatorios sobre los cuernos parabólicos del mamut azul o en jornadas de discusión sobre el sexo de la Luna… Déjense de milongas y ‘despilfarren’ los millones en Huelva en cosas como ésta. Que ya estamos hartos de cuentos en los que siempre son otros los que se comen las perdices.