La pívot malagueña, que no jugaba desde el pasado 9 de noviembre en Rivas, viene encadenando desde el verano con la selección nacional Sub-20 una racha de lesiones que le están impidiendo disfrutar de la continuidad deseada y que, espera, hayan tocado a su fin.
“Estoy contenta de, por fin, después de mi última lesión, poder jugar y disfrutar en el campo. He tenido un principio de temporada lento por las lesiones y, ahora que llega pronto el parón de Navidad, espero poder reponerme ya completamente y estar en perfectas condiciones para seguir entrenándome y afrontar en mejores condiciones la segunda vuelta” comenta Soler, que también se ha convertido en una especie de talismán para el equipo onubense. Y que la joven internacional española, con sólo cinco encuentros jugados esta temporada, ha participado en tres de las cuatro triunfos conseguidos por Conquero, racha que desea seguir incrementando este próximo viernes contra Bizkaia GDKO. “Sería muy importante poder acabar la primera vuelta con cinco victorias y quizá dé un poco de rabia porque se nos va a quedar la Copa de la Reina ahí, ahí, pero veo que tenemos un equipazo para afrontar con ganas y garantías esa segunda vuelta y ganar muchos más partidos”.
Tras las últimas derrotas cosechadas en el Estrada, Soler desea despedir el año dando una alegría en casa a la afición y para ello espera que el equipo pueda salir metido en el partido desde el principio, tal y como sucedió en San Sebastián, donde “conforme íbamos acertando, el equipo se hacía más grande y de ahí la ventaja que conseguimos en el marcador”.