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Brazadas solidarias andaluzas en el Río de La Plata

Redacción nacional

Christian Jongeneel es un malagueño que se encuentra en Uruguay a la espera de que el tiempo le permita intentar cruzar a nado la desembocadura del Río de La Plata, el estuario más ancho del mundo desde el puerto de Colonia (Uruguay), hasta Punta Lara (Argentina), una travesía de unos 48 kilómetros. Pero el nadador malagueño se está encontrando con las condiciones meteorológicas más duras de las últimas décadas en la región.

La travesía a nado del Río de La Plata presenta enormes dificultades. De los más de 130 intentos en la historia tan sólo 25 nadadores lo han conseguido. Gran parte de la travesía se realiza de noche y el tránsito marítimo, las mareas y el prolongado tiempo en el mar dificultan considerablemente este reto. Los últimos cuatro kilómetros finales se hacen extremadamente difíciles ya que es habitual que sople el viento llamado ‘sudestada’ que dificulta cualquier tipo de navegación y mucho más el nado. 
Debido a que no existe un ente que regule y organice el cruce del río, hay que trabajar intensamente en la planificación, conseguir embarcaciones de apoyo, los permisos pertinentes, personal con experiencia y que certifiquen el correcto cumplimiento de las normas en el nado y el estudio exhaustivo de las mareas y detalles que surgen a la hora de preparar este ilusionarte y ambicioso proyecto. 
Nuestro deportista lleva varios días en Uruguay entrenando y aclimatando su cuerpo a las extremas condiciones del estuario rioplatense y se le agotan las fechas para el intento: “Los días se me terminan aquí en Uruguay -comenta apenado Christian Jongeneel- el tiempo no mejora y ahora tenemos unos vientos fuertes y con una muy mala dirección para el avance del nado. Cosas de la vida, estamos teniendo uno de los peores meses de febrero en 20 años. El día 15 tengo que regresar a Málaga y seguramente no podré ni intentar hacer la travesía. Me estoy planteando volver el mes próximo de marzo, pero ya es complicado por el dinero, vacaciones del trabajo… tendría que encajar muchas cosas. Pero mi pasión y la felicidad que me produce nadar y el objetivo social de esta prueba me hace que nunca pierda la esperanza”. 
Christian comenzó la práctica de la natación en Málaga, su ciudad, a los 5 años. Entre los años 1996 y 2000 fue seleccionado como deportista de élite por el Consejo Superior de Deportes y participó en competiciones al más alto nivel nacional e internacional. En el año 2000 dejó la competición pero ha continuado con la práctica del deporte compaginando el entrenamiento con la vida laboral. Desde entonces se ha planteado una serie de retos personales que le han valido el reconocimiento internacional en la natación en aguas abiertas. 
Cruzó a nado del Estrecho de Gibraltar en 2003 y lo repitió ida y vuelta con la mejor marca de todos los tiempos en 2004. Hizo la Travesía Al-Assad en Siria en 2005, cruzó el Canal de la Mancha en 2006 y el Canal de Santa Catalina californiano en 2008.). Fue la primera persona que logró cruzar las Islas Berlengas portuguesas en 2010 y al año siguiente el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda. En 2012 su reto fue la Travesía Puerta de la India (Bombay) y fue el primer no hindú en lograrla. 
En 2010 Christian decidió crear la Asociación Brazadas Solidarias con la firme voluntad de que fuera una iniciativa que en alguna medida contribuyera a un cambio social. Brazadas Solidariasse ha servido de sus retos personales y de la atención que estos generan en los medios de comunicación, para alzar la voz y hablar al público sobre graves problemas sociales. Brazadas Solidarias organiza anualmente una serie de actividades y competiciones populares de natación en aguas abiertas como forma de reunir fondos para la realización de proyectos concretos. Desde 2011 Brazadas Solidarias colabora con la Fundación Vicente Ferrer en la consecución de proyectos de mejora de las condiciones de vida de una de las poblaciones más depauperadas del planeta, en el distrito de Anantapur, India. 
En esta línea de colaboración con la Fundación Vicente Ferrer, este reto deportivo pretende reunir fondos que se utilizarán en la construcción para tribu de los Chenchus en las poblaciones de Pedda Manthanala y Chilakacherla de un edificio acondicionado para realizar reuniones, talleres, cursos y programas de capacitación técnica a las niñas adolescentes y a jóvenes Chenchu y escuela para los niños durante las vacaciones para fortalecer la identidad, favorecer la integridad social y unidad de las familias de este pueblo, así como orientarlas hacia una senda de desarrollo.

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