Recibir el apoyo de los aficionados, sentir el calor de la grada del Fernando Argüelles, puede ser un buen bálsamo para reencontrarse con el triunfo y de paso recuperar normalidad.
No será un encuentro cómodo, como ha reconocido el técnico Eduardo Izquierdo, al que la dimisión del presidente le sorprendió el pasado martes minutos antes de iniciar la sesión preparatoria. "El martes apenas pudimos entrenar. Tras la rueda de prensa ofrecida por el presidente se acercó al vestuario a charlar con la plantilla", explica. "Está claro que en estas condiciones es difícil concentrarse para afrontar un partido y ellos lo intentarán aprovechar", reconoce. Los jugadores se ejercitaron ayer tarde tras mantener una nueva reunión en el vestuario en la que analizaron su situación y hoy verán vídeo del rival además de realizar el correspondiente trabajo táctico para intentar superar al conjunto vasco.
Con la salvación prácticamente asegurada en lo deportivo, queda esperar que el estudio de viabilidad arroje cifras esperanzadoras y la situación se pueda reconducir. Para ello es importante que los aficionados y la propia ciudad respondan al llamamiento del equipo y mañana les arrope.
Entretanto, el dimitido presidente, Antonio González Galán, estará al frente de club hasta el próximo 28 de febrero, fecha límite otorgada a los interesados en hacerse con el control de la entidad.