El Real Betis femenino afronta este domingo (12:00) en la Ciudad Deportiva Luis del Sol el partido de vuelta del play-off final de ascenso a Primera División. No le fueron bien las cosas a las verdiblancas en el choque de ida, ya que cayeron por 3-1 en el feudo del Granadilla Tenerife Sur. Si las chicas de María Pry quieren alcanzar el sueño de ascender a la élite, deberán remontar esos dos goles de desventaja.
Tras el pitido final en el envite de hace una semana comenzó a trabajar el cuadro bético. No hubo ni un segundo para las lamentaciones, y sí para levantar el ánimo de unas futbolistas muy conscientes de que no habían tenido su mejor tarde. Desde charlas entre las mismas jugadoras, mensajes en redes sociales o ánimos tanto de aficionados como de la misma entidad heliopolitana. Todo ha valido, y todo vale, para que el Betis antes de saltar al campo en la mañana dominical tenga el saco del optimismo rebosante y demuestre que es superior al conjunto canario.
Pero al margen de variables motivacionales, centrando el foco solamente en el fútbol, las de Pry tienen argumentos de sobra para voltear la eliminatoria. Como local, el Betis cuenta por victorias todos los partidos disputados esta temporada. Además, la mayoría de esos triunfos han sido logrados con grandes goleadas, incluyendo en ellas a equipos que han estado en la zona alta como el Granada y el Badajoz Olivenza (3-0).
Por otro lado, las jugadoras tienen una espinita clavada por el rendimiento que dieron la semana pasada. Y quieren quitársela. Su orgullo y carácter ganador las hacen más peligrosas, y sin duda ese será otro factor a tener en cuenta para el duelo de mañana. Papel importante también tendrá la afición bética, que parece decidida a llenar la ciudad deportiva y demostrar su total apoyo a las chicas de Pry para este decisivo compromiso.
En el bando rival habrá que tener especial cuidado con María José, autora de un doblete en la ida, y toda una pesadilla para la defensa verdiblanca con sus continuos desbordes. La zaga deberá trabajar con la máxima concentración para atarla en corto, y de paso, para poder dejar la portería a cero, vital en la eliminatoria.
Con convicción pero con cabeza, con intensidad pero sin precipitación. Dos goles no parecen una empresa imposible y el esfuerzo, último de la campaña, bien vale la pena. Vale un ascenso a Primera División.