Edu Siles
Pasan los días y se sigue sin pagar. Ya esté Pablo Comas como presidente, como presidente en la sombra, como presidente hasta dentro de ‘x’ tiempo o como veraneante en las mansas playas de Huelva. No paga ni Dios. El fondo de inversión anónimo se hizo con el Decano hace ya varias semanas y no hay novedades en los pagos. Y queda poco tiempo. Siete días para hacer frente a una cantidad cercana al millón de euros para que cobren los futbolistas y así no descender en los despachos a Tercera división.
Álvaro Roncal, cabeza visible del fondo de inversión, ha concedido dos ruedas de prensa desde que llegó al club y no ha pasado nada desde entonces. Tono conciliador pero sin soluciones. Siguen los impagos a futbolistas, trabajadores, no se alcanza los convenios con Hacienda ni con la Seguridad Social,… sigue todo igual. Menos que Víctor Hugo Mesa cogió las maletas y cruzó el charco.
¿A qué se espera para pagar? ¿A que llegue dinero de México, de Madrid o de una cláusula de una operación por el ex jugador albiazul, Adrián Colunga? Sigue el oscurantismo, el secretismo, las ruedas de prensa vacías de contenido, desmentir una sentencia de descenso que anunció Javier Tebas sin argumentos jurídicos, Fernando Iturbe deambulando por la Ciudad Deportiva, Pablo Comas incapaz de hablar con un medio de comunicación y un largo sinfín. ¿Pero esto qué es?
Y no olvidemos que el Ayuntamiento de Huelva tiene mucho que decir en la operación de venta del Recreativo a este fondo de inversión desconocido al tener un 23% de las acciones. Gabriel Cruz, nuevo alcalde, no aclara la situación del club aunque se reúna con directivos del Recreativo Supporters Trust y se limite a alardear por las redes sociales de que el Decano no va a necesitar ascender dos veces. Demasiado silencio. Todo sigue igual de mal y el club más antiguo de España parece estar dando las últimas bocanadas de vida.
La inquietud se ha incrustado en el día a día de los seguidores al Decano. El ejemplo está en el RecreTrust que pelea por saber la realidad económica del club, en unificar a la afición y en no consentir los reiterados abusos cometidos en el pasado. El Recre se ha habituado a ser una mezcla de película de terror y de una ‘españolada’ de Andrés Pajares y Fernando Esteso. Ya está bien. Basta de reírse del aficionado recreativista, del onubense y, en definitiva, de Huelva.