Juan Romero Márquez
En estos días se cumple el aniversario de la presentación de mi libro “Un hombre, una pasión, una ciudad” y quisiera agradecer en este artículo todo el apoyo recibido y la dedicación hacia mi persona en todos los medios de comunicación.
Sin embargo, aún en estos momentos de feliz recordatorio, no puedo dejar de acordarme del momento que vive nuestro Recreativo de Huelva. Es triste que cuando más nos necesita el Recre en lo deportivo, siempre salga a colación lo económico, verdadero drama de nuestro Decano. Cómo se ha podido llegar a estos momentos, que no llevan a nada bueno, solo hay desasosiego, incertidumbre y preocupación. Es de vergüenza, con 125 años de historia, atravesar este calvario. Qué ha sido de nuestra trayectoria, de aquellas numerosas jugadas que nos llevaron a conseguir grandes hitos, grandes jugadores que han vestido sus colores, tres ascensos a 1ª y una larga vida en 2ºA… Cuánta tristeza me embarga hoy.
Todos están dando muestras de cariño a su Recre; incluso desde Asturias uno ha derramado sus lágrimas por este equipo, Aitor Tornavaca, que jugó de todo y salió por la puerta falsa aunque yo siempre le recordaré y le valoraré. Aitor, hasta siempre.
Pero hay muchos más que aún no se lo creen, no daré más nombres, sería injusto que dejara alguno fuera. Mi paso por la Peña Decana Navidad me dio muchos momentos para conocer sus facetas humanas y deportivas.
Espero y deseo que vuelva la normalidad y solo se hable de fútbol. El ánimo de la afición será la mejor arma para los jugadores; claro que habrá que actualizar los cobros para que el jugador lleve su sueldo a casa.
Suerte a Alejandro Ceballos en su empeño por sacar fruto a su trabajo. Su éxito será el del Recre.