El día 15 era uno de esos días que pocas veces se repiten en el COAC cada muchísimos años. Todos los condicionantes a punto. 40 años sin Paco, 13 sin Antonio, uno sin Antonio, uno sin la Teo y toda la vida sin Juan.
Esa es la sensación que debió quedar en el teatro. Que si muchos son 13 años sin Ares más lo habían sido toda una vida sin conocer a Juan. Aunque en realidad todos conocemos a un Juan. O mejor dicho, todos alguna vez hemos sido Juan.
Fueron cinco minutos después de acabar la actuación del genio Selu, entre el shock por digerir a Martínez Ares e intentar interiormente darle otra oportunidad a tus oídos y en rebrote de fuerza de Martín, que ya me llegó en varios grupos de WhatsApps que Juan se había unido al grupo. Señal de pelotazo. O señal de algo histórico.
Se mascó en el teatro. Aquellos que deseaban levantarse y tronar con Ares expulsaron todas sus ganas cuando, aún en la presentación, ya se veían cuatro piernas y una presentación ya empezada. No se puede ser más pesao…
El Falla se vistió de gala. Primero para recibir a la antología de don Paco Alba. 40 años de su muerte que vino a resucitar en forma de coplas en un día destinado para la comparsa. Quizá porque Selu también empezó en la modalidad o porque nos quiso dar una guantá sin manos a todos los que hablábamos de muchos nombres propios y a él, al genio del humor y quien mejor representa lo que amamos de Cádiz, no dejábamos para el final, quiso ofrecer algo inolvidable.
Le pasó a Manu Carrasco, Manu Sánchez, Kichi, Ruibal y otros muchos famosos que esperaban el duelo coplero. Que abdicaron en reverencia ante don José Luis García Cossío. Los que estuvimos en el teatro es ahora, en las repeticiones digitales, cuando nos estamos enterando del reportorio completo que traían estos jartibles. Las carcajadas continuas con cada uno de los gestos cómplices entre Juan y el pesao impedían disfrutar de las letras. Pero ¡y qué mas da! Ese momento aparece fugaz muy pocas veces en el teatro. Casi nunca. Y ayer lo hizo, en la noche de los Antonios. Selu entendió que si eran dos los combatientes necesitaría ayuda y tiró de Juan.
Un amigo me avisaba hace unos días que “en el día de las comparsa será el Selu quien se lleve las portadas”. Sólo tienen que ver la prensa de hoy y entenderán lo mucho que sabe mi amigo de esto. Una vez escuché decir a Manolo Santander que cuando sale una cosa así (se refería a Los Borrachos) lo mejor es disfrutar actuando con tu agrupación pero ya sabes que aspiras al segundo. O Vera, Manolín y Lobe nos traen lo mejor que hayan sacado en su historia (y hay mucho bueno en sus currículums) o me temo que el concurso de chirigotas se habrá terminado.
Así que, en la noche de Juan, tanto Ares, Martín, Remolino o los niños jugaron a otra guerra. Preciosa y llena de calidad. Pero no contaban con Selu… y eso es un pecado mortal. Y aunque la frase del Carnaval pueda ser que “no coges ni una, Juan”, a mí me da la impresión de que ayer las cogió todas “pa” él.