Noche de reencuentros y espectáculo en el Fernando Argüelles. Por una parte, viejos conocidos por la afición antequerana volvieron a la pista que les vio crecer, por otra, Lorenzo Ruiz y Quino Soler se enfrentaron por primera vez como entrenadores rivales, al igual que Luis y Alberto, los malagueños hermanos Castro que disputaban un partido uno frente a otro. La exhibición de maestría tampoco faltó con el máximo goleador de la Liga Asobal, Novica Rudovic, pero la calidad ya se puso por parte de ambos equipos. Un encuentro para el recuerdo en el que el resultado fue lo menos relevante (21-28) entre Los Dólmenes Antequera y el Ángel Ximénez.
El BM. Los Dólmenes plantó cara a un Ángel Ximénez con un potencial inmenso y con lanzadores de primera calidad. La diferencia de físico era palpable, pero el equipo de Lorenzo no bajó los brazos en ningún momento ante el de su amigo Quino. Un espectáculo que hizo disfrutar a los fieles seguidores de la ciudad del Patrimonio Mundial en una noche con sabor a Asobal. El potente lanzamiento exterior, la dura defensa y el rápido contraataque fueron las características más relevantes del equipo de Puente Genil para llevarse el partido. El equipo antequerano, por su parte, supo sacar a relucir su defensa, su portería y la rapidez en el juego para intentar tutear a un rival de la categoría de oro del balonmano español. Tras el espectáculo, el BM. Los Dólmenes dejó demostrado que es un equipo que no merece militar en la división de bronce del balonmano español, porque deportivamente muestra que pertenece a un nivel más alto. El líder de Primera División Nacional y un conjunto de la Liga Asobal, en un partido amistoso, a siete goles de diferencia, 21 a 28.