La selección española absoluta masculina de hockey hierba derrotó a la de Irlanda (2-1), en el segundo encuentro de su gira por tierras malagueñas. Era la primera vez en su historia que los #RedSticks pisaban el césped de Carranque y no han querido defraudar a un público que llenaba las gradas del complejo deportivo andaluz.
Presión muy alta de los pupilos de Fred Soyez, que pronto pudo traer la ruptura de la igualada inicial. Una internada de Xavi Lleonart acababa en un pase de gol a Quique González de Castejón. La bola no entraba en la portería rival y el árbitro de fondo señalaba stroke. Pau Quemada, en un detalle de deportividad, indicaba que la bola había golpeado en el pie de su compañero. El colegiado cambiaba su decisión y el juego se reanudaba sin variación en el electrónico.
Con el resultado inicial arrancaba el segundo período que, pese al dominio español, seguía mostrando un encuentro algo plano. Sin embargo, una combinación entre Álvaro Iglesias y Diego Arana, llevaba el esférico al punto del penalty córner. El lanzamiento, rechazado por la defensa irlandesa en primera instancia, era recogida por un Salva Piera que no perdonaba (1-0, Minuto 21).
Sería a raíz del tanto cuando Irlanda dio señales de estar presente en el partido. Un lanzamiento de penalty fue el comienzo de la cuenta de oportunidades para los insulares. Un inspirado Mario Fernández, propietario por segundo partido consecutivo de nuestra meta a lo largo de todo el choque, ponía un pie abajo para despejar el peligro. Casi en la continuación de la jugada, pero en el otro lado del campo, Xavi Lleonart enviaba un pase en profundidad a un Diego Arana que no perdonaba, para marcar de esta manera su primer gol como internacional (2-0, Minuto 25).
Con la doble ventaja dio comienzo el tercer cuarto. Un tiempo que trajo un juego más elaborado del equipo nacional. Dándole amplitud al campo y aprovechando la velocidad de nuestros delanteros, llegaron las aproximaciones sobre el área rival. De una de ellas llegó una ocasión de ampliar la renta desde el penalty. Pau Quemada no podía materializarlo, convirtiéndose en la última acción de peligro hispano. Coincidiendo con ello llegaba una Irlanda que intentó ganar metros. Lo fue consiguiendo, hasta que de otro penalty, logró recortar diferencias por mediación de Eugene Magee (2-1, Minuto 44).
En los últimos quince minutos del choque. España volvió a la de los primeros minutos, circunstancia que derivó en numerosas oportunidades de estirar la renta. Sin embargo no sucedió, finalizando el enfrentamiento con el triunfo por la mínima.
Sin tiempo para relajarse nueva cita mañana (16.00 horas). Vuelta a Benalmádena, donde por segunda vez esta semana, se medirá a Francia.