El error curte al campeón. Una dura derrota consigue unir más a un equipo en su intento de conseguir un objetivo ilusionante. El CD UMA Antequera se estrelló con una piedra demasiado potente en su último partido contra el FC Barcelona B Lassa. Lejos de bajar los brazos, los muchachos de Manuel Luiggi “Moli” pasaron página de ese resultado nada más abandonar la pista y solo piensan en resarcirse ante su afición. Este viernes, a las 20:45 horas, recibe a O Parrulo Ferrol FS en un partido muy complicado. La exigencia vuelve a ser máxima, pero el cuadro universitario tiene claro que el único resultado admitido es la victoria.
La pérdida del puesto de ascenso directo, que ahora ostenta Naturpellet Segovia, fue otra de las consecuencias de la goleada en la pista azulgrana. En la vigésimo cuarta fecha del calendario liguero, sin la posición de privilegio en su poder, el plantel antequerano mantiene todavía una situación privilegia para hacer realidad el sueño de regresar a Primera División. Al principio del curso parecía impensable llegar al final con posibilidades. Cuando se trabaja con perseverancia en una idea de juego, la calidad de los jugadores florece con un mayor entusiasmo y las ganas de evolucionar colocan los ingredientes del triunfo.
Los retos difíciles vienen acompañados de gratas recompensas y el vestuario antequerano retiene ese mensaje en la previa del duelo con el conjunto gallego en el Pabellón Fernando Argüelles. La competición regular, antes de su cierre, propone tres arduas batallas en las que trabajar en equipo se antoja fundamental. El primero de los rivales, entrenado por Diego Ríos, atraviesa por un momento de forma brillante. De sus últimos seis encuentros, cinco los cuenta por victorias y uno en empate. La racha triunfal que conserva desde la décimo octava jornada le aúpan a una plaza de playoff, sexto con 39 puntos.
“O Parrulo viene en una línea ascendente y está en muy buena forma. En el banquillo está dirigido por un gran entrenador. Conjuntan experiencia más juventud que lo convierte en un rival peligroso. Pelea cada balón, lucha desde el primer minuto y está atento a aprovechar cualquier despiste. La clasificación los sitúa por méritos propios en los playoff. Lo tiene prácticamente asegurado, por lo que viene con poco que perder y mucho por ganar. Espero un partido complicado como ya lo tuvimos en la ida”, argumenta el entrenador malagueño Moli.
Con el apoyo de la afición, los universitarios buscan dar otro paso adelante hacia su objetivo. El playoff está ya asegurado matemáticamente. Una victoria le permite también mantener el puesto en la clasificación, con el que tendría en las eliminatorias el factor cancha a favor, sin renunciar a regresar de forma directa a la élite del fútbol sala nacional. “Nos quedan tres partidos y estamos en playoff, algo impensable al inicio de la temporada. Dependemos de nosotros mismos para conservar nuestro puesto y esperar un fallo de los rivales. En el partido de este viernes, que centra toda la atención del vestuario, hay que hacerlo todo bien sin cometer fallos. El equipo sabe que debe competir con actitud y compromiso”, concluye Moli.