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La esencia de Cádiz se reclama más allá de los catorce kilómetros

David Fernández

Catorce kilómetros separan dos continentes, dos mundos. En uno de ellos, Cádiz. En el otro, unos congoleños que llegan a la Tacita para reivindicar que no se pierda la esencia del concurso. Y la chirigota de José Antonio Vera Luque lo reclama como mejor sabe, con unas letras de pasodoble a la altura, con cuplés punteros y con ánimo de competir, presentando sus credenciales para ir directos a semifinales y perfilarse como una de las favoritas.

'No tenemos el congo pa farolillos' destacó por encima de todo en la tercera sesión de cuartos. El primero de los pasodobles, para evidenciar las enormes diferencias entre su Congo natal y el Cádiz en el que concursan, las dos tierras que separa el Estrecho de Gibraltar. El segundo, cargado de golpes, acaba con petición al gaditano para no dejar el teatro desangelado, para defender el concurso y dejar de lado actitudes que a estos chirigoteros "ponen negros". Se esperaba un salto de calidad en los cuplés y tampoco defraudaron, con recadito para Pablo Motos incluido, antes dar paso a un popurrí en el que está -posiblemente- la mejor cuarteta de la modalidad, la del pasodoble a las puertas de la iglesia en la boda zulú. 
Gustó el Vera y gustó una chirigota que bien puede ser la sorpresa más positiva de este COAC 2018, 'Las del convento de Santa María La Yerbabuena'. Descaro, 'poca vergüenza' y arte para rabiar los de esta agrupación que se marcó una copla con términos de 'Cadi Cadi' para exigir también que no se pierda el alma de la fiesta. Se acabaron despidiendo despojándose de sus vestiduras, igual que 'El Perro Andalú' y con una de las mejores bajadas de telón que se recuerdan. No hay que echarle más tabaco para apostar que se puedan meter en semifinales. Más difícil será que continúe de despedida la chirigota de Rota 'Este año ya nos despedimos'.
En comparsa era un día grande. Tres agrupaciones femeninas se daban cita en esta sesión de cuartos y las tres, a distintos niveles, dejaron huella. No va a ser fácil el fallo del jurado con el nivel que se está viendo en la modalidad. Muy buen pase el que ha dado 'La cara oculta de la luna'. Espectacular en voces y con dos muy buenas letras de pasodobles. El primero, un lamento por los incendios desde Andalucía hasta Galicia. El segundo, pidiéndole al alcalde que vuelva a su comparsa... para ver desde las tablas los problemas de la ciudad. Agradables sensaciones, nuevamente, dejaron también 'La inoportuna' y 'La niña del viento', aunque un escalón por debajo de lo que exige para la próxima fase, misma línea que siguió 'El oro negro', agrupación que cerró la sesión.
En coros, el de Luis Rivero viene dispuesto a defender el primero del pasado año. Salvo sorpresa, 'Vive, sueña, canta' estará en semifinales. Más complicado lo tendrán 'Los queus de Cai', que además pagó ser la primera en actuar tras el descanso ante un teatro casi vacío, algo a mejorar por la organización. El cuarteto era la única modalidad que no tenía representación hoy, pero que finalmente la tuvo como reconocimiento a la cantera. 'El jeque más rico del mundo y los que ponen el yate a punto', primer premio en categoría juvenil, actuó y se marchó al grito de 'Campeones' mientras desprendían un mensaje claro: hay futuro.

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