El 2020 empieza para el Bádminton Benalmádena como lo acabó el 2019, con una derrota agridulce y ajustada que le mantiene en el pozo de la clasificación a falta de únicamente cuatro jornadas para acabar la temporada. En un encuentro que se prolongó casi cuatro horas, los de Lucas Quirós volvieron a dar muestras de mejoría, pero sin saber afrontar los momentos decisivos con la tranquilidad que se necesita, y esa fue la clave en el día de hoy para el Arjonilla, la comodidad que le da su clasificación.
El encuentro comenzó con un dobles mixtos donde los arjonilleros Villalta y Díaz fueron superiores a Sánchez y Cuervas venciendo por 21-13 / 21-17. Era el turno de los dobles masculino y femenino, y en el primero derrota inesperada para el Benalmádena al ceder Gálvez y Sánchez ante Villalta y Barbado por un doble 21-17. Losa importante que se pudo compensar en el femenino, si bien, en el momento en el que los compañeros cedían su dobles, les pudo la responsabilidad y cedieron unos puntos que se mantuvieron hasta el final, dando la victoria para Arjonilla las jugadoras Lorenzo-Albín ante Cuervas y Antequera por 21-15/ 19-21/ 21-14.
El 0-3 era ya una derrota anticipada, al ser casi imposible de sumar el individual femenino 1 ante Manuela Díaz, pero los benalmadenses están obligados a sumar victorias en partidos ante un hipotético empate final. Por ello las esperanzas de sumar puntos era la clave del resto del encuentro. Cal y arena en ambas rondas, en los individuales nº2, victoria de Rafael Gálvez ante Guillermo Figueras por 21-17/ 21-15, y derrota inextremis de Lucía Galvín ante Carla Moyano por 19-21/ 21-17/ 18-21.
Mismo balance en los individuales nº 1, donde Manuela Díaz demostró su superioridad ante Candela Antequera venciendo por 21-9 / 21-13, y tremenda victoria de Alejandro Ramírez ante Miguel Barbado por 15-21/ 21-12/ 21-19, único partido a tres sets que fueron capaces de anotarse los benalmadenses.
Lucas Quirós lamentaba la suerte de los suyos “no pensaba que fuésemos a perder los tres dobles, ha sido una losa muy grande para el equipo que venía con muchas ganas de demostrar que la mejoría era real, pero los momentos clave se nos atragantan”. Por su parte Lucía Galvín “estoy triste por el equipo y disgustada por mi derrota, creo que debí ganar en dos sets, más si cabe, sabiendo que la tercera manga se me haría muy larga. Ese tercer punto nos hubiese permitido recortar un partido a Alicante que ha caído igualmente por 5-2”.
Tras la 10ª jornada Benalmádena y Alicante siguen colistas en la tabla con sólo 3 puntos, si bien, los benalmadenses ostentan la última plaza con dos partidos menos que los alicantinos.