El onubense Guillermo Flores destacó sus "buenas sensaciones" en la Copa del Mundo de Miami ante gran parte de los mejores regatistas internacionales de la clase Láser Standard a sólo unos días del Campeonato del Mundo de Melbourne (Australia), que comienza el 9 de febrero.
Flores, que acabó la competición en Miami y este lunes viaja a Australia, resaltó en sus redes sociales que sintió que fue "a más" a medida que pasaron los días de la competición tanto "física como táctica y estratégicamente", lo que le hizo sentirse "muy cómodo en la flota".
No obstante, lamentó que en su remontada la falta de viento permitiera que sólo se disputara una manga en las dos jornadas finales, por lo que se quedó a las puertas de acabar entre los diez primeros.
"Es una pena no haber podido remontar y acabar con una 'medal race', que es lo que me hubiera gustado", expresó el regatista onubense del Club Náutico Río Piedras.
No obstante, aseguró que está viviendo "un año de ensueño", en el que espera alcanzar el "objetivo final" de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, una meta "imposible" sin su principal patrocinador, la Clínica Dr. Frontela.
Su técnico, Kieke Román, aseguró, en declaraciones a la web de la Federación Andaluza de Vela, que la Copa del Mundo de Miami ha sido "muy positiva" para Flores, que ha tenido aquí "un punto de inflexión tanto física como mentalmente", por lo que están "muy contentos".
"Estamos exactamente en el punto que nos marcamos hace ahora cinco meses, así que va todo según lo previsto", apuntó Román, que avanzó que tras el Mundial de Melbourne su pupilo estará en abril en el Trofeo Princesa Sofía de Palma de Mallorca y después en la Copa del Mundo de Génova, donde los 'laseristas' españoles buscarán para España el pasaporte olímpico de la clase.