Tras más de una década de promesas incumplidas y espera, el Club de Rugby Málaga ha decidido reclamar sin descanso y por todos los medios lo que merece como institución deportiva que además de formar a miles de niños lleva el nombre de Málaga por toda España.
El Club viene creciendo en torno al 16% cada año, llegando este 2022 a 356 fichas, situándose como uno de los mayores clubes de Andalucía, además de eso cuenta con una sección de veteranos y una masa social estimada en más 2.500 personas. En este momento se está desarrollando también una sección de Rugby Inclusivo, proyecto parado por la falta de instalaciones.
El crecimiento está siendo tal, que desde hace dos años presentamos un tercer equipo masculino y este año ha comenzado su andadura el equipo femenino, donde se han sacado más de 40 fichas en cinco meses. De la misma forma a las competiciones andaluzas de menores de 12 años solemos presentar tres equipos por categoría.
Nuestros equipos se encuentran en una situación de infraestructuras insostenible. Salvo el primer equipo están viéndose obligados a jugar en otros municipios, alquilando campos y nuestro primer equipo está jugando en el Estadio Ciudad de Málaga con un elevado coste para el club y que ha subido en Enero. El Club juega un 75% de los partidos como equipo local fuera de Málaga.
Esta temporada nos hemos visto en la lamentable situación de perder cinco localías, teniendo que jugar en un campo de Sevilla tres partidos en los que jugábamos de locales con el coste económico y de imagen que eso supone al Club, de la misma forma, nuestro primer equipo tuvo que jugar el derbi de la provincia en el que debía ser local en el campo del rival, teniendo además que pagarle al Marbella la utilización de su campo.
En lo que respecta a los entrenamientos, nos vemos repartidos por distintos campos con lo que ello conlleva de duplicidad de materiales y desarraigo de los jugadores con el Club, algo fundamental en un deporte como el Rugby en el que la parte social, la de Club, es tan importante como la deportiva.
Llegando a entrenar en un campo de fútbol hasta 90 jugadores, sin palos para poder practicar una parte fundamental en un partido como son las patadas a palos, sin zonas de seguridad en los laterales y fondo del campo y sin las líneas del campo pintadas, en definitiva, ser competitivos y preparar un partido entrenando 90 personas simultáneamente en un campo de fútbol es inviable. Cuando podemos permitirnos pagar el coste de entrenar en el Estadio, para hacernos al terreno de juego, no nos permiten entrenar melé por el césped o tirar a palos porque nos hacen quitarlos tras cada partido.
Con todo eso en contra, el Club está en unos años gloriosos en lo deportivo, obteniendo en todas las categorías unos resultados extraordinarios que solo evidencian la urgente necesidad de tener un campo donde entrenar y jugar como locales, donde generar sentimiento de pertenencia y arraigo, donde crear el ambiente familiar que lo caracteriza, donde recibir equipos internacionales o donde organizar nuestros torneos, que nos ayude a autofinanciarnos y no que suponga como a día de hoy un coste anual de más de 25.000€ en alquileres. El Club ha tocado techo, no puede recibir más jugadores, ni llegar a la excelencia con los que tiene sin un campo propio.
La solicitud de una instalación de rugby en la ciudad de Málaga no es algo nuevo, el Club tiene más de 25 años de historia y más de 15 años solicitando el campo. Durante todos estos años distintos concejales de deporte y el mismo alcalde nos han prometido una y otra vez que tendríamos el campo, que era inminente.
En 2005, el Ayuntamiento presentó el proyecto ¨Plan Municipal de Dotación Integral de Césped Artificial de la Ciudad de Málaga” del que iban a salir resultantes 25 campos de fútbol de césped artificial y uno de Rugby, incluso en 2009 nos recibió el Alcalde y el Concejal de Deportes de la época, Elías Bendodo.
Los años pasaron y se realizaron los 25 campos de fútbol pero ¨se quedaron sin presupuesto” a la hora de hacer el campo de rugby.
A día de hoy el proyecto está en fase de reacondicionar los campos ya construidos, sin haber realizado aún el de Rugby, lo que hace más sangrante el incumplimiento de la promesa, invirtiendo en estas mejoras por ejemplo en 2,3 millones de € en 2018 y aprobando en 2021 otra partida de más de 1 millón de € al campo de fútbol de Guadalmar. Por ello cuando desde el ayuntamiento nos dicen que no hay dinero, lo ponemos en duda, no hay dinero o no hay dinero para el rugby.
Otro “problema” que nos pone el ayuntamiento cuando le solicitamos la cesión de un terreno en el que luchar por autoconstruirnos el campo (solución indignante) es que hay pocos terrenos calificados para instalaciones deportivas, sin embargo en 2021 no tuvo problemas en buscar empresas privadas a las que cederles terrenos calificados como uso “administrativo y sanitario” para la construcción de otros dos centros de pádel (que en Málaga debe haber pocos…) uno de ellos en la zona de Las Colinas del Limonar de 7000 m2.
El terreno supuestamente adjudicado para el Club, presidido por un cartel del proyecto del campo de rugby de 2009 ya descolorido, sigue abandonado, aun cuando en esas fechas el Club entró con maquinaria y estuvo una semana trabajando, preparando el solar para albergar el campo, obras que paralizaron desde urbanismo, frustrando una vez más la construcción del campo, desde entonces no se ha avanzado en ello.
Otra ocasión en la que el alcalde prometió el campo y que es aún más indignante fue en 2011. Cuando falleció Manuel Becerra, el alcalde prometió en el mismo funeral que construiría un campo y le pondría su nombre, después lo reafirmo en Twitter y lo recogieron los medios.
A día de hoy, el Club de Rugby Málaga es uno de los clubes más importantes de Andalucía, en méritos deportivos y en número de licencias, sin embargo hay muchos equipos de menor categoría deportiva o con menos licencias que tienen desde hace tiempo sus campos. Por ejemplo: San Roque, Victorianos (Rincón de la Victoria), San Jerónimo (Sevilla), U. De Granada, Escoriones…
De la misma forma, hay decenas de municipios, más pequeños que Málaga que disponen de instalaciones para el rugby, siendo Málaga, la única capital de provincia de Andalucía que no dispone de campo, algunas como Sevilla, Almería o Granada disponen de más de uno. Por ejemplo: Jerez, Rincón de la Victoria, Jaén, Marbella, Vélez… Donde se han construido campos de rugby municipales (no cesión de un solar) y se ha cedido el uso a los equipos locales.
En definitiva, la comparativa es sonrojante e incomprensible, no hay ni una sola razón lógica por lo que un club como el Club de Rugby Málaga, en una capital de provincia del tamaño de Málaga no tenga aún un campo de rugby.
La reciente celebración de las series mundiales de Rugby Seven en Málaga han constatado el gran compromiso del club con la ciudad y el rugby y han puesto de manifiesto la carencia de la ciudad en instalaciones, teniendo que entrenar las selecciones en otros municipios.
Desde el Club de Rugby Málaga apostamos por la oficina de captación internacional de “turismo deportivo”, somos conscientes de las bondades de la ciudad y tenemos 4 equipos internacionales que desean venir a hacer su pretemporada a Málaga, creemos que se pueden generar sinergias entre la oficina y el Club pero para ello una vez más faltan campos en la ciudad, al final los equipos que “captamos” entrenarán en el Rincón de la Victoria y pernoctarán y harán vida en este municipio, no repercutiendo en nada a la ciudad de Málaga.
Por todo ello, el Club, la masa social y el sentido común no pueden más que decir una y otra vez hasta que sea una realidad: #CAMPODERUGBYENMALAGAYA