El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha descartado este lunes confinar Zaragoza porque las consecuencias serían "funestas" para la comunidad autónoma, al ser el motor económico y cultural, y ha asegurado que los contagios están en una etapa de "meseta", con subidas y bajadas diarias.
Javier Lambán lo ha asegurado en una visita con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, al equipamiento sociosanitario puesto en marcha en la sala Multiusos del Auditorio con cien camas para acoger, de forma voluntaria, a personas asintomáticas que no pueden aislarse en sus domicilios para pasar el confinamiento.
El presidente ha admitido que el COVID-19 está causando más problemas de los previstos, que en Zaragoza se da la "tormenta perfecta", por los casos asociados al ocio nocturno y las fiestas privadas, a los temporeros que residen en la ciudad y por ser una gran ciudad, con más de 700.000 habitantes, ya que es más difícil contener su expansión.
Según el Gobierno de Aragón, la Dirección General de Salud Pública notificó el pasado viernes 441 casos de positivos (301 asintomáticos y 54 en la provincia de Huesca, 22 en la provincia de Teruel y 363 en la de Zaragoza) y el sábado 297 (205 sin síntomas y 238 casos en Zaragoza, 52 en Huesca y 3 en Teruel). En dos casos del viernes y en cuatro del sábado no se comunicó la provincia de procedencia.
🏥 ACTUALIZACIÓN #Coronavirus fin de semana
La Dirección General de @SaludPublicaAra notificó el pasado viernes un total de 441 casos (363 en #Zaragoza), y 297 casos el sábado (238 en Zaragoza).
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— Gobierno de Aragón (@GobAragon) July 27, 2020
Desde hace varias semanas, el Ejecutivo aragonés decidió hacer obligatorio el uso de la mascarilla en toda la comunidad, aunque pudiera mantenerse la distancia de seguridad recomendada de 1,5 metros.
Una decisión que han tomado muchas otras comunidades autónomas con el objetivo de frenar los nuevos contagios del virus.