El Principado de Asturias continúa peleando contra el coronavirus y los nuevos casos de positivos que siguen aumentando en la región que preside Adrián Barbón. El Servicio de Salud ha intensificado la vigilancia de los cinco concejos que están en alerta naranja: Llanes, Cangas de Onís, Ribadesella, Cabrales y Parres.
La situación de alerta naranja tiene como finalidad advertir que la evolución epidemiológica es desfavorable y, por ello, resulta necesario cumplir las medidas sanitarias vigentes en nuestro territorio y evitar medidas más drásticas como cierres perimetrales o confinamientos.
En ese sentido, la Agencia de Seguridad Alimentaria, Sanidad Ambiental y Consumo ha comenzado este viernes las inspecciones específicas sobre las medidas de prevención del COVID-19 que afectan a 16 establecimientos de alimentación y hostelería del Oriente relacionados con casos positivos.
Además de ello, el Servicio de Salud del Principado de Asturias ha realizado desde el pasado martes el cribado con PCR a 320 profesionales sociosanitarios de ocho centros residenciales de mayores y de discapacidad, sin que se hayan detectado por el momento casos positivos. Esta campaña se extenderá hasta el próximo martes en otros tres dispositivos de la citada zona.
De las zonas más afectadas y de las que está muy pendiente el Gobierno asturiano, Llanes es el municipio con casos de coronavirus entre sus habitantes, con 22 positivos, seguido de Parres con 19 y Cabrales con nueve contagios. Ribadesella y Cangas de Onís tienen cinco casos cada uno. Además, el Servicio de Vigilancia Epidemiológica ha identificado una media de cuatro contactos estrechos por cada contagio en dicha zona.
Al margen de esto, la Consejería de Salud del Principado de Asturias ha notificado este domingo un total de 31 nuevos casos de COVID-19 al Ministerio de Sanidad. Todos ellos, a excepción de una persona que ha necesitado ingreso hospitalario, se encuentran en sus respectivos domicilios aislados tras presentar síntomas leves de la enfermedad.