Después de más de un mes de restricciones de urgencia, la hostelería de Castilla y León parece que empieza a ver algo de luz al final del túnel a escasos días del comienzo de las fechas navideñas. La segunda ola del coronavirus ha vuelto a causar estragos en este sector, que se ha visto obligado a cerrar durante cinco semanas en muchos casos.
Las primeras provincias que reabrieron sus locales fueron Ávila y Segovia, a las que se añadieron León y Salamanca poco después. A partir del próximo viernes 11 de didiembre será el turno del resto (Palencia, Burgos, Zamora, Valladolid y Soria), exceptuando la capital burgalesa, que presenta los peores números de contagios e incidencia acumulada.
La idea de la Junta de Castilla y León es hacerlo oficial este jueves tras el Consejo de Gobierno correspondiente, manteniéndose el horario del toque de queda de 22.00 a 6.00 horas. Pero, ¿qué más limitaciones tendrán las nuevas medidas?
La vuelta a las actividades de restauración se producirá tanto en interiores, con un grado de ocupación del 33% y sin posibilidad de consumir en barra, como en terrazas, donde no se podrá superar el 75% de aforo. Además, se limitará la ocupación a seis personas por mesa.
También se permitirá la reapertura al público de gimnasios y centros deportivos para la realización de actividades que no sean al aire libre. Igualmente, reabrirán los grandes establecimientos comerciales, así como de comercios de más de 2.500 metros cuadrados, todos ellos con el límite de un tercio de su aforo. Esto también es extensible a salas de juego y apuestas.