Llopis, séptimo de Europa-El atleta de Bellreguard logra en semifinales la tercera mejor marca española de todos los tiempos (13.30) -Claudia Conte se ve obligada a retirarse por unos fuertes dolores en la espalda
Quique Llopis iba con retraso. Mientras todo el mundo volaba, él todavía iba cogiendo ritmo después de la lesión. Pero el atleta del Gandia Alpesa llegó pletórico al Campeonato de Europa de Múnich. En la semifinal -se libró de las series por su marca- dio un puñetazo en la mesa: 13.30 (-0.3), que es una nueva marca personal que le eleva ya al tercer puesto del ranking español de todos los tiempos. Solo por detrás del plusmarquista Orlando Ortega (13.04) y del flamante campeón de Europa, Asier Martínez (13.14). En la final, un golpe en la segunda valla con el francés Sasha Zhoya frustró todas sus opciones, reales, de luchar por las medallas y se tuvo que conformar con un sétimo puesto (14.81) que le sabe a muy poco.
“Me voy contento por la marca y triste por no haber podido demostrar mi potencial en la final. Pero necesitaba sentir que podía estar en la élite, corriendo con los mejores, y en Múnich lo he conseguido. En las semifinales me he visto que era primero y me he relajado en las dos últimas vallas. En la final he tenido un golpe fuerte con el francés y ya está. Son cosas que tienen las vallas y ya voy a por más”, explicó el pupilo de Toni Puig al acabar la carrera.
Claudia Conte llegó con la reserva a Múnich. La atleta de Benicàssim venía arrastrando unas molestias en la espalda desde hace tiempo, aunque lograba ir salvando los campeonatos. Hasta el Europeo, donde no pudo pasar de la tercera prueba del heptatlón, el peso, donde llegó a renunciar al tercer lanzamiento después de haberse quedado con 11,51.
El día no había empezado bien con una marca muy discreta en los 100 metros vallas (14.10) y un registro digno en la altura (1,80), pero el dolor le obligó a dejarlo en el tercer escalón del heptatlón, la prueba en la que salió infiltrada porque la espalda empezó a molestarle en el Mitin de Arona. Al acabar, antes de los 200, con lo que debía cerrar el primer día, decidió que lo dejaba, que así no iba a poder seguir, que la longitud y la jabalina iban a ser un martirio.
“El problema lo vengo arrastrando dos meses y medio. Todo empezó en el Mitin de Arona, donde me hice daño en la jabalina. Luego fui al Campeonato de España de Nerja y allí hice casi todas las pruebas bien pero en la jabalina volví a hacerme daño. El Campeonato del Mundo salió bien y pude competir en casi todas las pruebas sin dolor, salvo la jabalina, aunque días antes no lo tenía claro. Volví del Mundial y pensaba que iba bien. He hecho marcas personales entrenando estas últimas semanas y estaba en muy buen momento de forma, pero aquí, a dos días de empezar, el cuerpo ha dicho que hasta aquí. Estos días estoy con antiinflamatorios. La jornada de la mañana la he salvado, pero en el peso ya no he podido.
Es frustrante porque he ido a mis dos primeros grandes campeonatos -también fue sexta en el Mundial de pista cubierta de Belgrado- y no he podido dar el cien por cien en ninguno de los dos. La jabalina es uno de mis fuertes y no he podido aprovecharla en ninguna de las competiciones que he hecho, y aquí ya sabía que me iba a costar, pero quería terminar la temporada bien porque era el primer campeonato que venían mis padres a verme”.
Por otra parte, el valenciano Marcos Ruiz, que compite por la federación catalana, terminó quinto en la final de triple salto (16,78) en la que Pablo Torrijos hizo tres nulos. “Este año he tenido una mala temporada y hoy está claro que no ha sido mi día, pero también tengo claro que esto lo voy a remontar y volveré a ser el que era”, dijo el castellonense.