El Balneario de Panticosa, está situado en una de las cumbres del Pirineo de Huesca (1.630 metros de altitud), pero apenas a cuatro horas en coche de València, de ahí que cada año llegue hasta el Mediterráneo para presentar cada año su oferta que se amplía cada temporada más y en esta 2022-23 no ha sido una excepción. Entre ellas destacan el nuevo sistema de acceso a las habitaciones, control personalizado e inteligente del termostato en las habitaciones del Gran Hotel y del Hotel Continental.
Nuevos equipamientos (tostadoras de pan, cafeteras, máquinas de zumo, etc.) en los Restaurantes Buffet del Hotel Continental l y ll; Adecuación y recuperación de espacios en Termas de Tiberio son algunas de las mejoras que los amantes de la montaña valencianos podrán encontrar. Eso, y la ampliación de plazas de parking para clientes y visitantes, el asfaltado de los parkings del Gran Hotel y del Hotel Continental y del acceso a los mismos o la bueva señalización para ordenar el acceso al Balneario y a los parkings
A eso le añade el visitante que el Balneario de Panticosa descansa en un lugar mágico, vigilado desde siempre por las cumbres imponentes del Pirineo de Huesca, en el Valle de Tena. Las instalaciones del Balneario se levantan hasta los 1.636 metros de altitud.
El Balneario de Panticosa cuenta con un hotel de cuatro estrellas y una zona balnearia de 8.500 metros cuadrados de superficie, que dispone de una planta de piscinas con playa de arena natural, un iglú, piscina de hidromasaje, cortinas de agua, piscina aromática, sauna finlandesa, baño turco y hammam. También ofrece un gimnasio para todos sus usuarios con vistas a la montaña.
El complejo dispone de dos hoteles de 4****, el Gran Hotel y el Hotel Continental, Balneario Termolúdico Termas de Tiberio, el Centro Termomedicinal Balneario del Quiñón y el Espacio Termal del Gran Hotel.
Su oferta gastronómica tiene especial relevancia en todo el Balneario, a través de sus distintos restaurantes y cafeterías, donde se combinan las mejores materias primas para elaborar tanto los mejores platos tradicionales como los más sofisticados.
Las aguas del Balneario de Panticosa atraen numerosas miradas año tras año. Pero fueron los romanos que vivieron bajo la época de Tiberio, muchos siglos atrás, los primeros en verse reflejados en su transparencia. El magnetismo que ejerce su poder encuentra su causa en la salud.
Unas cualidades curativas que se han esparcido como líquido derramado hasta llegar a nosotros. El edificio de Termas de Tiberio se integra en la naturaleza que lo rodea, creando un edificio de formas suaves y redondeadas, un espacio en el que la luz y el agua se funden en una atmósfera relajante y reparadora.
La historia del Balneario tiene las raíces profundas, muy ancladas en tierra firme. Recorrer su cronología nos lleva hasta tiempos inmemoriales. Si el pasado pudiese comunicarse con nosotros, lo haría a través de unas construcciones que han presenciado episodios para enmarcar.
El roble y la piedra cenia son los materiales que sirvieron para edificar el Gran Hotel en 1896, restaurado. Ha sido testigo de eventos inolvidables y de experiencias que algunos conservarán en sus retinas. Unos recuerdos que otros también guardarán con mimo tras haberse hospedado en el Hotel Continental. La visión del sol colándose por sus cristaleras, con la luz brillando sobre su madera de cedro, se recibe como un regalo. Un ambiente acogedor en medio de un entorno idílico.
Aunque los secretos del Balneario estén sumergidos en sus aguas, el fuego también es capaz de revelarlos. Para descubrirlos, uno tan solo debe dejarse guiar por el aroma que desprenden sus restaurantes, procedente del interior de las cocinas. Acomodarse en una mesa del Restaurante El Lago. Echar un vistazo a la carta de La Brasserie.
Pedir la especialidad de la casa en un italiano como La Fontana. O escoger platos frescos y variados de nuestro Bugset del Hotel Continental, acciones que despiertan los sentidos. Una gastronomía que hará rugir los estómagos así como el fuego hace crepitar la madera. Distintos ambientes para disfrutar de productos variados y de proximidad. Una mezcla de tradición y originalidad.
El entorno del Balneario ofrece un sinfín de posibilidades para los amantes de la naturaleza y los deportes de montaña, desde hacer escaladas por los picos más imponentes que nos rodean, Arnales, Garmo Negro y Argualas o disfrutar en familia de rutas en raquetas de nieve, hasta practicar esquí nórdico en el maravilloso circuito recientemente homologado por los técnicos de la Real Federación Española de Deportes de Invierno para poder albergar competiciones nacionales e internacionales.
La cercanía a las principales estaciones de esquí del Pirineo de Huesca, sitúan al Balneario de Panticosa como el destino ideal para los amantes de los deportes de invierno. La estación de Esquí de Aramón Formigal-Panticosa se sitúa en el centro del Pirineo Aragonés, en el Valle de Tena, a solo unos kilómetros del Balneario. La zona de Formigal distribuye sus pistas en cuatro valles, a los cuales se accede por las distintas entradas que propone la estación conjuntamente con las más de 6.000 plazas de aparcamiento.
La comarca del Alto Gallego y los valles cercanos cuentan con un gran patrimonio natural y cultural que visitar. Descubrir la naturaleza en estado puro del Parque de Ordesa aprovechar para visitar el Parque Faunístico Lacuniacha o tirarse por la Tirolina doble más larga y alta de Europa o simplemente, disfrutar de la belleza de los distintos pueblos, como el pueblo de Panticosa, conocer su cultura, su gastronomía, su entorno, son solo algunas dentro del extenso abanico de actividades que ofrece el Valle de Tena.