Feijóo anuncia las medidas tras el Estado de Alarma: cambio en el horario de la hostelería y las reuniones
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha comparecido este jueves en sala de prensa después de la reunión del comité clínico que realiza el seguimiento de la pandemia en la comunidad. El dirigente gallego ha anunciado las nuevas medidas que entrarán en vigor en la región a partir de este domingo 9 de mayo, fecha en la que decae el Estado de Alarma.
Feijóo ha querido recordar que, aunque "se acabe el Estado de Alarma, la pandemia, no". "El virus sigue estando activo, seguimos en una situación compleja", ha asegurado el presidente.
Galicia dejará de estar cerrada perimetralmente y se abrirá la comunidad para todo aquel que quiera venir a la región.
"Vamos a proponer mantener el cierre perimetral en los concellos con riesgo máximo", ha explicado el presidente gallego. Se trata de Cambados, Vilanova, Cualedro, Laza y Padrón.
Se elimina el toque de queda a partir de la madrugada del sábado al domingo. Aunque el toque de queda del sábado será hasta las 00.00 horas para que "no se produzcan situaciones surrealista en esa jornada como estar en casa a las 23 y salir a las 00.00 horas".
Asimismo, Feijóo ha señalado que "vamos a mantener este toque de queda hasta las 23.00 solo en los concellos con situación epidemiológica de riesgo extremo. Necesitaremos autorización judicial para esto".
Se amplían los horarios de la hostelería. Los bares y cafeterías podrán abrir hasta las 23.00 horas y los restaurantes hasta las una de la madrugada. "Estos necesitan tener licencia de restaurante y funcionar con cita previa, además de contar con sistema de renovación del aire".
Con respecto a las reuniones sociales en los domicilios, Feijóo ha anunciado que a partir de la una de la mañana estarán prohibidas entre los no convivientes. "Vamos a pedir aval judicial para que las reuniones a partir de la una de la madrugada sólo sean entre convivientes", ha puntualizado Feijóo.
Asimismo, el presidente ha explicado que la decisión viene motivada porque "no tiene sentido pedir esfuerzos a la hostelería y que las reuniones se trasladen a las casas".