La vida muchas veces se divide entre los que tienen suerte y los que la buscan. Algunos, sin apreciarlo del todo, nacemos a un lado del planeta en el que todo nos viene dado; otros sin embargo tienen que luchar por lograr lo que se nos antoja como 'normal'. El deporte, sin embargo, nos enseña a igualarlo todo. Es universal y no tiene preferencias. O eso es lo que nos muestran historias como la de Dani Moukouko, un joven camerunés que ahora intenta hacerse un hueco en el boxeo coruñés. Ganó sus primeros tres combates durmiendo en la calle y hace solo un par de semanas aprovechó la bolsa del último para ayudar a sus padres a arreglar el tejado de su casa tras unas fuertes tormentas.
Nos reciben Luis y Dani en la Rúa Rodrigo Alfredo de Santiago. Entre las cafeterías y locales de la zona, destaca el ruido que sale de un bajo. Antes de entrar ya se escuchan los golpes. Es un martes por la mañana, pero las luces del Azteca Box llevan tiempo encendidas.
En su interior se respira deporte. Y se respira boxeo. Valga esta circunstancia para darnos cuenta de lo poco que a veces se habla de una disciplina que exige mucho. En este gimnasio donde se están empezando a forjar algunos talentos locales no se descansa. Luis, el entrenador y alma mater, sabe decirte la rutina de cada uno de sus púgiles. Muchos de ellos estudiantes o trabajadores que deben hacer malabares para compaginar sus horarios. Es la realidad de un deporte más alejado de los focos pero en el que la disciplina es clave.
De esa disciplina sabe mucho Dani Moukouko. Cardio por las mañanas y entrenamiento técnico por las tardes. Nos saluda con una fuerte sonrisa, tímida; es un 'chaval' tranquilo, aunque pronto se le pasa el nervio inicial que a todo el mundo le hace sudar un poco cuando la cámara empieza a grabar. Le cuesta un poco el idioma, pero se defiende casi tan bien como con los guantes. Ahí, como nos dice su entrenador, es un superviviente.
- ¿Espíritu de pelea, eh?
- De supervivencia
La historia de Dani es la de muchos chicos que buscan un futuro mejor. Nacido en una zona pobre de Duala, llegó a España en busca de una oportunidad que está encontrando en el deporte pugilístico. El boxeo exige, pero él está dispuesto a cumplir a rajatabla unos procesos que incluyen entrenamiento, descanso y alimentación para poder lograr la mejor versión.
Luis, su entrenador, nos desvela fuera de cámaras parte de su historia. Los primeros tres combates de Dani se produjeron cuando vivía en la calle. Ellos no lo supieron hasta el último. La realidad duele.
Allí, en el pequeño despacho del Azteca Box, Luis acompaña a Dani para contarnos su historia. El 13 de mayo consiguió su tercera victoria consecutiva en el profesionalismo y ya aspira a ir hacia el siguiente paso. Tienen una hoja de ruta marcada, en la que no caben las prisas. "Tiene talento", destaca su entrenador, que sobre todo nos habla de cómo interpreta y lee a sus rivales en el ring.
En la última edición del Coruña en Loita, en el frontón de Riazor, Dani Moukouko logró su tercer triunfo consecutivo. El combate fue pactado a cuatro asaltos, aunque la hoja de ruta marca que lo siguiente sea ampliarlo. Sin embargo, bajo esos cuatro asaltos se pactó una bolsa que Dani aprovechó con otros fines.
"Un mes antes, hubo lluvia y viento y se fue el tejado de la casa. Como ellos no tenían dinero para poder arreglar me pidieron ayuda a mí", explica Dani. Sus padres ha tenido que vivir sin el tejado de la casa tras unas fuertes tormentas. Pero con la bolsa del combate podrán arreglarlo. "Hablé con Dani y dijo de hacer así, mandamos el dinero y están muy agradecidos por el gesto que hemos hecho", explicó.
"Luis, a mis papás la tormenta les llevó el tejado de casa, duermen sin tejado, el dinero de la pelea de hoy se lo mando pars ayudarles a arreglarlo" Dani Moukoko. Esta mañana fuimos los dos para hacer el envío. La realidad de cada uno. pic.twitter.com/xVNJ8Sdv5Q
— Azteca Box (@AztecaBox) May 15, 2023
La relación de Dani y Marineda empezó hace algunos años y ahora caminan de la mano. Desde el Azteca Box, donde se respiran los valores de la sociedad coruñesa, Moukouko representa la bandera de la ciudad allá a donde va, allá donde pelea.
Son los valores que se escriben en 'el muro de las normas de Luis'. Valores que transmite en un ring en el que cada vez se siente más querido. El Frontón de A Coruña se ha convertido en su casa y es ese arraigo el que le lleva un paso más allá para salir de casa y representar la bandera coruñesa allá donde vaya. Él es uno más de los muchos luchadores que quieren hacerlo; aunque su historia, eso sí, no es como la de los demás.