El encuentro se terciaba difícil antes de comenzar, ya que los dos países querían quedar primeros de grupo y salieron a luchar por ello. Estas intenciones se reflejaron durante todo el primer tiempo con constantes empates en el marcador: igualados a 6 al minuto tres y a 18 a falta de 1:22 para el final de primer periodo.
El segundo cuarto comenzó con una España más confiada y con la defensa reforzada que le ayudó a adelantarse en el resultado. Dos canastas seguidas de los de rojo en los primeros treinta segundos obligó al entrenador italiano a pedir un tiempo muerto para evitar el continuo ascenso en el marcador de los españoles.
En el minuto cinco del segundo cuarto, 15 arriba para España que logró con un gran mate de Gil después de una buena asistencia de Arévalo. Los gestos de Gentile, máximo anotador italiano hasta el momento, con 13 puntos al final del cuarto, demostraron la frustración ante sus errores y los de su equipo durante la primera parte que terminó 37-50.
El descanso pareció inspirar a la roja que comenzó el tercer periodo con un espectacular mate de Sastre del que también sacó falta a Gentile. Y a los dos minutos, 16 arriba. Italia comenzó a desinflarse, los balones no entraron en la canasta. Se echó en falta las actuaciones del italiano Melli que, antes de finalizar el tercer cuarto se fue al banquillo con cinco faltas y sólo 4 puntos.
65-80 a cinco minutos de finalizar un encuentro dominado, hasta el momento, por España. Pero a sólo 52 segundos para oír la bocina final y, después de una gran reacción anotadora de Gentile, Italia consiguió reducir la distancia a 1, 84-85. Tres tiempos muertos en menos de un minuto.
La situación se le complicó a España durante los últimos momentos pero, finalmente consiguió vencer a un difícil rival arropada por un gran ambiente en Miribilla. Un pabellón cada día más repleto de una afición fiel que anima y apoya a una selección española que, hasta el momento, sigue invicta en el campeonato.
ESTADÍSTICA