De los tres alpinistas que quedan en su Campo Base (los rusos y austríacos se retiraron hace días) dos, Alberto Zerain y Cuny (Leonardo Proverbio), estaban esta madrugada tratando de llegar al Campo 2 de la ruta normal o clásica, la que abrió Toni Kinshofer en 1962 en la cara Diamir de la montaña. Txingu Arrieta trata de recuperarse de una gastroenteritis que le ha dejado un poco debilitado.
“Sobre las 11 de la mañana, cuando estábamos en medio del corredor que antecede al muro Kinshofer ha caído una estruendosa avalancha de nieve junto a nosotros que nos ha dejado los pelos de punta. Caían piedras por todas partes, así que a la dificultad de superar esos 1.000 metros muy muy verticales, se unía la preocupación de protegerse y saber por dónde venían las piedras”. Por otra parte, los únicos 200 metros de cuerda que pusieron en la pared el 2 de julio para facilitar sobre todo el descenso en ese tramo tan aéreo están enterrados bajo una gruesa capa de hielo.
El objetivo de Zerain, tratar de superar con la ayuda de Cuny la parte màs comprometida de esa vía y seguir solo desde el campo 2 hasta arriba. Pero como dice el montañero alavés, el Nanga Parbat “no nos deja, ella manda, no podrá ser este año”. Ya no quedan casi días, la licencia termina el 24 y la montaña les regala una densa niebla que se levanta desde el Campo Base hasta casi los 7.000 y un calor en su interior que provoca las avalanchas continuas que descargarán durante días la nieve que ha caído hasta ahora. Tocaría quedarse en el Base a esperar de nuevo.