Existen tres puntos principales que evitan que se produzca el acuerdo: las garantías de pago. A 52.800.000 euros ascienden las deudas de siete clubes en Ley Concursal con sus jugadores, y la AFE quiere que la LFP garantice o busque fórmulas para que puedan cobrar. La ley concursal. Con el cambio que en septiembre aprobará el Congreso, a partir del año que viene los clubes que no paguen serán descendidos. La LFP no lo acepta y amenaza con abolir el Fondo de Garantía. Y por último el riesgo concursal. Un club en concurso de acreedores está legitimado a renegociar sus deudas con los acreedores, sin que se cumpla con el total de deuda salarial con los jugadores y sin que se obligue al club a descender. La posición de la AFE es que los clubes que posean deudas con los jugadores deberían descender de categoría.
De momento, se ha creado un Fondo de Garantía Concursal, aprobado el pasado 3 de agosto, que garantiza, por temporada, 240.000€ a los jugadores de primera división y 120.000€ a los jugadores de segunda que sufran impagos. Pero de momento parece que no es suficiente para desconvocar la huelga.
Las primeras consecuencias de las deudas de los clubes se han visto en los fichajes. No solo la inversión ha sido inferior a la de temporadas anteriores, sino que hay equipos a los que les cuesta retener, y mucho más atraer, a jugadores, dados los impagos.