¿Qué tal se siente de cara a esta cita?
Me siento bien, contento por lo que se está haciendo, porque se está reanimando la pelota, y sobre todo la cesta.
¿Ya conocía el frontón del Club Deportivo?
No lo conocía y, de hecho, no había estado nunca aquí. Mi padre sí que jugó en esta cancha en sus primeros años y se trata de un frontón que me gusta.
Tras 22 años disputando quinielas, usted tendrá una ventaja sobre el resto.
Ventaja de alguna forma, quizás sí, pero veo todo bastante igualado y no estamos tampoco para tirar cohetes. Ya tenemos nuestra edad, ahí estarán los jóvenes y nosotros saldremos a la cancha a disfrutar y a ver si el público también lo pasa bien.
Tras regresar de Florida, usted permaneció en activo.
Estuve un año quieto, sin tocar la cesta, pero poco a poco lo fui retomando, ahí tenía al hermano y de alguna forma, ahora nos mantenemos en forma.
¿Conserva la ilusión de cuando empezó?
Ahora ya se trata de algo diferente, yo tengo la ilusión de mantener vivo este deporte y de lograr que los jóvenes se animen a participar y a seguir con una modalidad que necesita apoyos de todos los lados, de los ayuntamientos y de donde sea.
¿Qué diría a la gente que va a venir a la Aste Nagusia para que se acercara hasta el frontón?
Que vengan a animar a los chavales y a los viejos y que ayuden a reanimar la cesta punta, que está un poco rezagada entre el resto de modalidades en Euskadi. Que vengan a pasarlo bien, simplemente.