En su estreno en el máximo torneo universal, Paco Vallejo fue obligado por el armenio Levon Aronian a un juego de corte defensivo, que el español sintió asfixiante y con apuros de tiempo (obligado a 10 movimientos en 1 minuto), en desventaja posicional e incluso psicológica. Todo ello le condenó a la derrota tras varios jaques y presión absoluta.
En la partida entre Anand y Carlsen, el primero con la ventaja teórica de mover las piezas blancas y el segundo con una superior adaptación horaria al haberse instalado en Río de Janeiro bastantes días antes del arranque de esta final. Las 10 primeras jugadas se hicieron de manera vertiginosa. El campeón mundial pareció poseer un mejor posicionamiento, pero Carlsen resistió. Lo pagó Anand quien se encontró 20 minutos retrasado respecto al noruego por darle vueltas a los movimientos ideales frente a los problemas planteados por el rival. Después de un cambio de torres, a la vista del tablero, sobrevino un lógico empate.