Pero es lo que hay. Tres hombres en total autonomía abriendo huella en una ruta que va desde la base Novozalevskaya hasta la Base Hércules pasando por el Polo Sur, destino mítico que aún se encuentra a unos 1.700 kilómetros de la tienda donde descansa en estos momentos la expedición Naturgas/BBK Transantartika 2011.
El fin de semana ha traído una de cal y otra de arena. El sábado conseguían su mayor distancia hasta el momento, 72 kilómetros a golpe de cometas y esquíes, “¡Por fin, viento!” exclamaba Juan Vallejo pero las expectativas se desinflaban el domingo cuando Eolo dejó de soplar y de nuevo tuvieron que arrastrar los trineos durante 10 kilómetros. Ya se sabía que la entrada al continente es lo más difícil en la Antártida. El frío, además, pone su grano de arena para acentuar la dureza de esta travesía: 45 grados bajo cero ayer 4 de diciembre, aún primavera en el extremo Sur del planeta. Frío extremo, esfuerzo extremo. Pero siguen.