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Revisamos 'La batalla del barro' en Gernika (ver fotografías)

32 años siguiendo la información del Athletic.

El partido de Copa disputado en Urbieta entre el Bizkaia Gernika y el Ordizia (14-12) nos ha traído imágenes y aromas de otras épocas del rugby, incluso del deporte cuando era más 'puro' en general. En ElDesmarque hemos querido revivirlo de la mano del presidente del Universitario Bilbao Gontzal Sever. Nadie como los que se han bandeado en el barro y el frío para recordarnos como han disfrutado toda la vida con estas batallas de alto contenido épico. Las imágenes, sin duda, son de las que arrancan una admiración espontánea.

"Estas fotografías me traen viejos y muy buenos recuerdos. Imágenes de los campos del seminario de Derio, auténtico barrizal de octubre a abril, con sus duchas dispuestas en  círculo donde hasta cuatro equipos compartíamos desnudeces, jabón, charla y chorrito de agua, fría muchas veces, siendo realmente difícil quitarte el barro del cuerpo; cuando usábamos las botas “marco” con tacos largos de fútbol; cuando cada touch era una guerra por el oval al no permitirse levantar al saltador; cuando las camisetas tenían cuello y eran de grueso algodón para que aguantaran los tirones y agarrones, auténticas losas los días de lluvia y barro; cuando los pantalones tenían bolsillos; cuando no se permitían las sustituciones, únicamente por lesión; cuando se usaban los balones “wallaby” de cuero que en esos días de lluvia y barro eran a la vez auténticas “piedras” a la hora de patear y “truchas” a la hora de pasar; cuando las retransmisiones de la 2 con Celso Vázquez y Ramón Trecet (quien no recuerda expresiones como “melé espontánea”, “patada defensiva”, …) y las VI naciones eran V, el ensayo valía 4 puntos, no había tarjetas amarillas ni rojas, ni árbitro de televisión. Ese tiempo ha pasado ya, el rugby ha evolucionado, y mucho, en algunas cosas para bien y en otras para mal, los rugbyers no somos perfectos: las camisetas son de licra, los pantalones no tienen bolsillos (se ha perdido la elegancia en el vestir), los campos son, por desgracia cada vez más, de hierba artificial y el profesionalismo se ha instalado en la élite, pero lo que no ha cambiado es su esencia, el RESPETO: respeto al compañero, al entrenador, al contrario, al árbitro, a los espectadores, expresado en la liturgia del pasillo al finalizar cada partido y el consiguiente tercer tiempo, compartiendo cerveza y experiencias con tus contrarios, en ese momento ya amigos y pertenecientes a tu misma fe, la del  RUGBY".
Por Gontzal Sever, presidente Universitario Bilbao rugby 

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