Miguel.
- ¿De aquellos años 80 en que empezaste a los actuales hay muchas diferencias en el remo?
No había ligas establecidas, había que llamar a los organizadores de regatas para ver si te invitaban, hacer de todo, remar, entrenar...
- ¿Qué labor te gusta más?
Me gustan todos los prismas de este deporte, no podría elegir uno, pero es cierto que cuando más he disfrutado es remando. Sentir esa sensación de sufrir, ganar, dominar la ola y no que la ola te domine a ti... no hay una sensación tan buena. Tengo 53 años y aún sabiendo que no estoy para remar, remaría a gusto.
- ¿Cómo es Zierbena para la gente que no conozca el club?
Es un club modesto, somos cuatro gatos pero comprometidos, buena gente, pero a la vez es un club complicado porque es un municipio de 1.000 habitantes. Ambiente tenemos el mejor, pero potencial económico limitado. Tenemos bajas continuas e importantes. Hemos subido a la Liga san Miguel y hemos perdido a 4 titulares de babor, todos propios.
- Estáis en la Liga San Miguel. ¿Qué se te pasa por la cabeza a una semana del comienzo?
Somos a priori la Cenicienta de la Liga, pero nuestra ilusión es mantenernos.
- ¿Y cómo hacerlo?
Sabemos lo que somos, lo reconocemos, y a partir de ahí a trabajar, porque vamos a ser difíciles de ganar. Perder la categoría es una posibilidad muy real, pero hay que decir a los demás que van a tener que sufrir. Intentaremos dar guerra, y no rendirnos. Hemos tenido resultados pobres antes de la Liga, y me pongo de mala leche porque soy competitivo y exigente, pero voy a muerte con los remeros y vamos a salir adelante.
- Tu breve análisis de la Liga...
Veo cuatro favoritos: Kaiku, Urdaibai, Hondarribia y Tirán que pueden formar la tanda de honor, pero de estas cuatro me inclino por Kaiku y Hondarribi.
- ¿Una posible sorpresa?
San Pedro. No les he metido en la tanda de honor, pero ahí van a estar.
- ¿Cómo ves desde tu punto de vista la Liga?
En lo que respecta a remeros y propios, no estoy de acuerdo en que las normas sean iguales para todos, porque los clubes y sus posibilidades son diferentes. No es lo mismo trabajar en un entorno de 50.000 habitantes que en uno de 1.000. Todo el mundo mira por lo que le interesa, pero hay un interés general que es el remo del que muchos se olvidan. Hay que dejar subsistir a los clubs y que a la gente que quiere remar y no puede porque es propia de un club al que ya no le interesa, pueda hacerlo. Para eso estamos otro tipo de clubs, que podemos contar con esa gente.