Una impotencia que manifestó claramente con el 17-7 en el marcador al retirarse hacia su silla y romper de una patada la de su botillero, Patxi Eugi, llevándose la pitada del público pelotazale que se dio cita en el frontón Bizkaia de Miribilla.
El pelotari de Aspe además salió no solo enfadado consigo mismo por no haber podido hacer frente al vendaval de juego de Olaizola II sino también con el juez al que le dijo que "se vaya un poquito a la mierda", según declaró el propio Irujo a ETB.
El delantero de Ibero entendía que "Aimar ha ido un montón de veces a beber agua, yo voy una apoyo el pie en la silla y señala descanso". Irujo no cree que esa sea la razón de la derrota pero recuerda que "a partir de ese parón él ha hecho 17 tantos seguidos".