Para el campeón olímpìco, las bajas de los dos grandes favoritos desvirtúa de alguna manera la carrera y "van en contra del espectáculo y de todos". "Me gusta la manera de correr de Alberto y Andy porque van al ataque e intentan desestabilizar en la montaña. Sin ellos quizás no pase eso y no veamos tanto movimiento. No es positivo que falten los mejores escaladores", lamenta el ovetense quien después de lograr la etapa de Luz Ardiden y subir al podio de París como ganador de la Montaña prefiere no fijarse más objetivos que intentar "aprovechar las oportunidades" y regresar "con la sensación de haberlo dado todo".
Para Sánchez, Cadel Evans y Bradley Wiggins son los dos grandes candidatos a enfundarse el último jersey amarillo el 22 de julio en París. "Por encima de todos esta Evans, que ha ganado el último Tour y ha estado en varios podios, y el mayor aspirante es Wiggins por su trayectoria este año, aunque solo ha estado en el podio de la Vuelta del año pasado. Luego hay varios que estarán fortísimos como Menchov, Gesink o Nibali. Hay menos llegadas en alto, solo tres, pero el Tour es una carrera muy dura y hay que estar siempre concentrado. Lo que pido es que no haya caídas y luego la carretera nos pondrá a cada uno en nuestro sitio", subraya.